por amor al arte / OPINIÓN

Luis García-Berlanga

23/02/2020 - 

Ximo Puig vestido impecablemente, sonríe. Luis Barcala le ha regalado la Explanada. Carlos Mazón se autoexcluye de una reunión de las diputaciones del Corredor Mediterráneo. García Margallo suspira: nunca hay que dejar pasar ni un altavoz vacío. Isabel Bonig se activa en modo crispación. El liderazgo del poder popular sigue en el aire, nadie es capaz de trazar una línea, de coger las riendas tras la pérdida de la Moncloa. Pablo Casado no acaba de cuajar y Nuñez Feijoo ni Alfonso Alonso admiten matrimonios de conveniencia de Génova. Ya hay dos Partidos Populares y un solo Aznar verdadero. Daos fraternalmente la paz.

El campo arde y Cayetana Álvarez de Toledo se empeña en contagiarnos la “venezuelitis”. La luz. En les Corts Valencianes se ha parado el veto parenteral de Vox, y por unanimidad. La señora Monasterio, sin complejos, encantadísima de conocerse, clava su interpretación en la puerta del Palau de Benicarló. La tiniebla. María José Catalá arremete durísima, sin piedad -ponderada, al menos, la contestación de Vicent Soler- contra la vida privada de Mónica Oltra. Que en la Casa de las Brujas después del Pleno del Consell desenfunda y dispara en dos direcciones. Se opone a “la solución Puig” para el puerto de València que cuenta con el vist i plau de su compañero Joan Ribó. Pum. Sin perder la sonrisa, la vice defiende a dentelladas la gestión de la renta básica frente al retraso del Ayuntamiento de Alicante. Pum. Pum. Paco Sanguino justo en este segundo se asoma a la pantalla, saluda y también sonríe. Tres sonrisas.

Bernie Sanders le pide a Putin que no intervenga en las primarias demócratas. Bloomberg quiere comprar el partido. Friends. La Unión Europea no consigue acordar su presupuesto. José Luis Martínez-Almeida, en el frente antisocial-comunista de Madrid, se resignifica al borrar la verdad de Miguel Hernández. Nos estampa el balón de su desfachatez en la cara de todos los españoles. Trump, en la capilla sixtina de la guerra cultural, le arrea a Brad Pitt. Y quiere prohibirnos a los europeos Huawei. Lo que el viento se llevó. Rita Irasema dedica su vida a dios y a la virgen. Mikaela Spielberg le comunica a sus padres que se va a dedicar al porno: “Soy un animal sexual”. Ave María Purísima.

Espectacular el despido de Fernando Garea, director de EFE, en Roca Rodilla. Aparecen las primeras discrepancias en el Gobierno de España a cuenta de la política migratoria de Marlaska, la despenalización de los piquetes y la urgencia de la reforma penal del “sólo sí es sí” que Irene Montero quiere exhibir el 8 de marzo. Pablo Iglesias pone, ahora que ya está en los secretos de estado, en su sitio el descojono del todo vale. Abascal se blinda. Inés Arrimadas tiene averías con la informática. Divina Consuelo Ciscar. Perfecto el desmentido de Zaplana. No, no es lo que parece, cariño. Creo que voy a hacer el “test de buen español”.

Pilar Lima se presenta por sorpresa -o no- contra Naiara Davó para dirigir Podem. Rubén Martínez Dalmau pierde su proverbial calma beatífica cuando se abre el fuego Zaldívar bajo sus pies. Rescate de once yeguas en un agujero de hielo. Paul Krugman declara “hoy triunfan los peores”. Emilio Bascuñana, alcalde de Orihuela, arremete y reta al Sindic de Greuges, Ángel Luna. María Jesús  Montoro rectifica y afirma que el “esqueleto” de la financiación estará en septiembre. Los Boy Scouts se declaran en quiebra. Invasión de delfines en Dénia. El Papa cree en dios.

Luis García-Berlanga obró otro milagro más. Un crack. En medio del combate y a iniciativa de la socialista Toñi Serna, los contendientes salieron de las trincheras de Les Corts y, después de cambiar tabaco, hasta los de Vox, hicieron un recorte a la vaquilla para proclamar, al unísono, que el 2021 también será aquí el año del director de cine valenciano. Hagamos mito. El tótem y el tabú. La tribu, bien, gracias. 

El pozo hondo es negro. Azul cobalto cuando te lanzas de madrugada. Ruge la primavera. El cielo permanece tranquilo. Se enciende una hoguera, una higuera como una sardina, en el firmamento. Inma De la Concepción me tranquiliza. Todo pasará. Mi nunca bien ponderado ni pagado Herr Direktor Miquel González está feliz y dormido. Todavía no ha sonado la alarma. Pero estamos en la puerta del refugio.

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