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Luis Barcala en Madrid: certero en la radiografía de la ciudad, difuso en los grandes proyectos

10/03/2020 - 

ALICANTE. El alcalde de Alicante, Luis Barcala, ha intentado este lunes ofrecer la imagen de que la ciudad es una valor fiable para los inversores, que tiene estabilidad institucional, que con el pacto entre PP y Cs está alejada de los vaivenes del populismo y del nacionalismo, que la maquinaria administrativa funciona, pero le ha faltado concretar cuáles son sus grandes apuestas, más allá de la tecnológica como complemento a las políticas de la Generalitat. El auditorio, formado por más de 160 personas, entre empresarios y cargos del PP que han arropado al primer edil, se ha ido con la imagen de que hay normalidad y seguridad jurídica, que se han bajado las impuestos y la ciudad tiene un buen clima e intenta recuperar los estándares de limpieza en la vía pública, pero no se vislumbran grandes proyectos, que los necesita y que podrían ser un gancho para la iniciativa privada. En todo caso, una apuesta por lo tecnológico, con el objetivo de complementar a lo dispuesto por la Generalitat.

Se podría decir que Luis Barcala ha hecho una buena radiografía de la ciudad. De lo que se encontró cuando llegó a la Alcaldía, en abril de 2018, hasta hoy, en el que intenta aprobar su segundo presupuesto: cancelación del plan de ajuste; bajada de impuestos, sobre todo, centrada en el IBI y el IAE; pago a proveedores en 12 días; mayor ejecución presupuestaria, sobre todo, en lo que a fondos EDUSI se refiere, y presentar a Alicante como destino amable. "En nuestro gobierno tenemos muy claro, que frente a la división se debe imponer el diálogo; frente a la disputa, la cooperación; y frente al sectarismo, la tolerancia", ha defendido. Sin embargo, la única inversión relevante mencionada, más allá de las ingente tarea de mantenimiento, ha sido la nueva plataforma ciclo-peatonal de Urbanova y un paseo con zonas ajardinadas con vistas al mar, por valor de tres millones de euros.

Mensaje local, sí; pero también provincial y político

Quizás por el tipo de auditorio en el que se encontraba, empresarios y cargos del PP, Barcala ha tenido que lanzar guiños, por manidas que estén determinadas posiciones. Por un parte, ha aprovechado para volver a expresar la opinión del PP contra la tasa turística. ·La famosa tasaturística no nos gusta porque es una amenaza para el sector en la Comunidad Valenciana", ha dicho. Y por otra, ya en clave más provincial, ha reivindicado los trasvases, tanto el Júcar-Vinalopó como el Tajo-Segura, y, por lo tanto, ha censurado la política hídrica de Pedro Sánchez. Ya saliendo de su ámbito de influencia, ha defendido a la Costa Blanca como destino del turismo residencial, con especial hincapié en que las grandes promotoras nacionales, apoyadas por los grandes fondos de inversiones, tienen promociones en la ciudad.

Ambiciosos objetivos de ODS

Quizás uno de los pasajes más justificados de la conferencia del alcalde han sido el planteamiento de los objetivos ODS, en la que el propio Barcala ha reconocido una máxima, que transversaliza su mensaje. "No podemos crecer acualquier precio. Por ello, hemos asumido como guía orientadora de todas nuestras políticas y proyectos la AGENDA 2030, para cumplir desde el Ayuntamiento con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible". Y como gran ejemplo, Barcala ha citado el caso de el parque urbano inundable La Marjal, una infraestructura verde de 3,6 hectáreas que es capaz de embalsar y retener hasta 45.000 metros cúbicos de agua cuando se producen lluvias torrenciales y, posteriormente, derivar el caudal de lluvia a la red de drenaje o a la depuradora para su reutilización, todo un ejemplo de aprovechamiento del agua. En ese contexto, ha destacado la labor de Aguas de Alicante, la empresa mixta participada al 50% por el Ayuntamiento de Alicante e Hidraqua, del Grupo Suez, como ejemplo de colaboración público privada. 

El gancho de la atracción tecnológica

Otro de los guiños del alcalde de Alicante ha sido el de vender la ciudad como centro de atracción para las empresas tecnológicas, al albur de la inercia generada por el Distrito Digital, impulsado por la Generalitat Valenciana. El munícipe ha reconocido, y ha dicho, que una de sus apuestas es aprovechar ventajas competitivas envidiables para el desarrollo de la industria tecnológica y digital que en estos momentos ofrece Alicante. Y ha remarcado esta idea para ahondar en que es una buena oportunidad para variar el modelo productivo de la ciudad, basado en el sector servicios.

En este contexto, ha vuelto a reivindicar el proyecto impulsado desde el Ayuntamiento de Alicante para la captación de empresas que se dedican a este sector, denominado Alicante Futura. "Nuestro objetivo es crear las condiciones idóneas y facilitar la implantación en nuestra ciudad de estos nuevos sectores productivos vinculados a las nuevas tecnologías, situando a Alicante como el referente de la industria tecnológica en el Mediterráneo", ha afirmado. 

Y ha destacado la apuesta de la Diputación de Alicante el Centro de investigación en Inteligencia Artificial -cuyos detalles todavía no han sido presentados al público- y el  Distrito Digital, que ya lleva dos años en funcionamiento.

Pocos detalles del centro de congresos y de la movilidad, las grandes asignaturas de la ciudad

Por último, en el discurso de Luis Barcala sí que tuvo cabida el turismo, y la necesidad de variar y mejorar la oferta de la ciudad. Mencionó la gastronomía, el turismo deportivo y el cultural, con vagas referencias, y apenas ahondó en el proyecto del centro de congresos. "Hemos anunciado recientemente que queremos construir un gran centro de congresos en la ciudad. La ciudad lo necesita porque está dejando de acoger decenas de grandes congresos cada año, debido a esta carencia de recintos de gran capacidad", ha comentado entre los asistentes, pero sin ofrecer detalles de cómo será el edificio, dónde se ubicará -aunque se entiende que primera opción pasa por el PAI de Las Harineras, las posibilidades que pueda tener para el sector privado, como la construcción de hoteles a su alrededor, etc. Barcala ha reconocido la necesidad, pero en este campo le ha faltado concretar más la iniciativa. Es verdad que ha comentado que hay nuevos proyectos de hoteles, pero no existe vinculación entre el centro de congresos y nuevas posibilidades de nuevos negocios a su alrededor

Y por último, la cuestión de la movilidad apenas ha tenido reflejo en el parlamento del alcalde. Al citar al aeropuerto, sí que ha reivindicado la conexión ferroviaria entre la terminal y la ciudad, pero en estos momento Alicante necesita mejorar sus conexiones internas con un sistema urbano menos contaminante y que mejore la conexión de algunos barrios y de éstos con los grandes hubs del transporte, como pueda ser la estación de Renfe y el aeropuerto. Bien es verdad que la competencia no es sólo del Ayuntamiento de Alicante, sino de la Generalitat, pero quizás ha faltado que Barcala reclamar esas inversiones con más contundencia en un foro como lo es la ciudad de Madrid -pues en Alicante sí que se le ha exigido a Ximo Puig en varias ocasiones la prolongación del Tram hasta San Gabriel- y la necesidad de que, ante la falta de financiación autonómica, que se den oportunidades a la colaboración público-privada. También se ha echado en falta una mayor apuesta por la movilidad eléctrica e implantación de carriles para los nuevos vehículos de transporte individual.

En definitiva, Luis Barcala ha hecho una buena radiografía de la ciudad, ha ofrecido alternativas, con su apuesta por el nuevo modelo productivo de la ciudad, pero le ha faltado poner sobre la mesa más oportunidades para la iniciativa privada para el turismo de congresos y la movilidad urbana.

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