ALICANTE. Muchos contrastes enseña Lucía Eme en su debut. All the love was gone es el sencillo con el que presenta Polaryzed, y cuyo vídeo estrena en exclusiva en ALICANTE PLAZA. Este es un disco que califica de mucha trayectoria personal pese a su juventud.
La cantante alicantina cuenta que las diez canciones que han entrado en el disco se han acabado eligiendo solas. Ella las enlaza en pares para contraponer las ideas que le interesan como el amor y el desamor o la desorientación y la certeza. Y aunque estén presentadas así, asegura que no fue la intención original con las que las compuso, "donde me voy descubriendo es en el proceso de creación, donde voy expresando ideas cantando".
En Valencia, donde estudia y ha grabado su debut en solitario, siente que al escribir sus temas "ordeno todo lo que tengo en la cabeza". Una vez terminados siente que ha alcanzado ese autoconocimiento que refuerza con cada escucha. "Cualquier acto creativo es una canalización de un montón de cosas desordenadas que llevas dentro", insiste. Una vez plasmado, en este caso con sus canciones, siente que con ellas se puede ver como es y que así la conozcamos mejor.
Un sentimiento manda sobre los demás. El amor y su ausencia. "El amor es la palabra en la que vibra la vida", considera, "sin amor no hay nada". Eso sí, encuentra que hay "distorsiones de ese amor" de las que "derivan un montón de emociones que parece que no son amor pero sí lo son, de esa luz".
De los diez temas que presenta el inglés es la lengua mayoritaria en que compone. Un proceso que le sale de forma inconsciente pero que luego, cuando se para a analizarlas, descubre que le permite "expresar cosas que me darían vergüenza decir en castellano". "Si te pones a ver las letras, algunas son muy heavies", apunta como el caso de Fences.
"No sé por qué en inglés expreso ideas de una manera más contundente o agresiva", asegura, aunque matiza que "no parece tan radical, supongo que por estar en un país de habla española". Eso sí, aunque dice que en castellano cuenta con recursos más complejos y el inglés le cuesta más, este idioma le encanta por su sonoridad.
Antes de embarcarse en este proyecto pasó por Dondelirio, en el que estaba con Alejandro Pinilla, ahora que ya lleva un año bajo el nombre de Lucía Eme sigue tocando en los locales del circuito independiente de Valencia. Independiente. "Lo más difícil es preguntarle a alguien su estilo", cree, "luego la gente te encasilla y te pareces más a esto o lo otro". "Si tuviera que definirme", añade, "hago música con mi piano y luego conforme la produces suena de una manera u otra". En este caso, dice que "el estilo tiene que ver mucho con la producción". Ella siente que se mueve "en el pop de toda la vida, con muchas influencias del indie, soul…".
Y en el vídeo que presenta ahora se mueve con soltura en la ironía. Ella lo atribuye a Àlex Blat, el director de esta pieza con la que frente a "una historia de desamor y contenido triste pero alegre melódicamente, se podía hacer algo así". En una vieja casa ella aparece cantándole a su pasado amante, del cual se alterna su representación con la de un muñeco hinchable y con la de Pau, su pareja.
A pesar del frío que pasaron en Calicanto, Lucía Eme asegura que se divirtió, "estaba en mi salsa totalmente". Una grabación que hicieron en una intensa jornada de trabajo en la que apechugaron sin calefacción y con la que espera que funcione. De momento, lo que ya tiene encima son los exámenes, confiesa risueña, pero tanto para la música como para ellos está más que preparada.