ALICANTE. Una mujer que roza la edad de la jubilación decide sumergirse en el mercado laboral después de haber pasado muchos años de su vida dedicándose a su familia y a las tareas de su hogar. Aunque esta muy resumida sinopsis pueda parecer una inocente historia de superación, el trasfondo que la sostiene está plagado de reflexiones, convirtiendo la obra teatral en una herramienta a través de la cual el público se pueda analizar. Tupper Sex es el título de la comedia que se estrenará de manera absoluta el viernes 31 de enero en el Teatro Arniches, dentro del ciclo Des d'ací. Producida por la compañía de teatro Producirk, cuenta con un texto original de la dramaturga Pepa Gil al que da vida la actriz Inés Sanmartín, quien encarna el personaje de Rosario, bajo la dirección del alicantino Lucas Escobedo. "Hemos tratado de meter en el escenario varios temas que consideramos importantes y que queríamos contar desde la perspectiva de una mujer, porque, hasta el momento y en términos cuantitativos, es más común que una mujer haya adoptado el rol de quedarse a cargo del hogar, de la familia y de la crianza a que lo haya hecho un hombre", visibiliza la realidad.
"Lo que mostramos me empodera incluso a mí, como hombre y como director", aclara que la obra no pretende trasladar un mensaje de empoderamiento exclusivamente femenino. Y explicita que el carácter del texto y la representación huyen de la agresividad, buscando funcionar como "un espejo para que el espectador se cuestione a sí mismo, no a la obra. No pretendemos adoctrinar ni decirle a nadie que lo está haciendo mal y que tiene que seguir el camino que nosotros representamos; solamente estamos visibilizando una realidad". A través de Rosario, la protagonista, se tratan temas tabú o que generan prejuicios como el sexo, derribando el pensamiento mayoritario de que "las personas que trabajan en tuppersex son jóvenes. Queremos enseñar que eso puede o no ser así. Tenemos que abrir la mentalidad y aceptar que el sexo no tiene edad", reivindica Escobedo.
Además de tratar el sexo de la mano de una mujer que sobrepasa los 60 años, esta edad y la profesión que encarna dan lugar a otro de los objetivos de la obra: la intención laboral de una mujer que consigue trabajo con 64 años. Una demanda que no solo se cumple a través de la ficción, sino que se vuelve una realidad "porque Inés, la actriz que interpreta al personaje, tiene esa edad, por lo que llevamos a cabo una inserción laboral ofreciéndole un trabajo en esta función", explica. Un motivo por el que el director espera que "el espectáculo pueda girar y no se limite únicamente a cuatro funciones, porque entonces no estaríamos consiguiendo la intención laboral, solo se estaría hablando de ella".
Para dialogar sobre estas cuestiones y que el público pueda realizar un análisis y reflexión personal, se mantiene una línea humorística muy latente a través de la forma de hablar que tiene la señora, las anécdotas que cuenta o de elementos cercanos al mundo del clown. "El humor es otro de nuestros puntos de partida, porque aunque tratemos temas muy importantes no queríamos llenarlos de trascendencia y dramatismo. Y con la comedia ocurre que nos reímos, pero si profundizamos en lo que nos están contando podemos sentir el resto de emociones que se quieren transmitir", cuenta la táctica que emplea el humor.
En cuanto a las pruebas con el texto y los ensayos, Escobedo garantiza que desde el principio ha existido una conversación fluida entre él y la dramaturga Pepa Gil, con la intención de encontrar y definir "el camino de la obra. Y aunque cada cual teníamos nuestra responsabilidad principal, hemos trabajado mucho en equipo y nos hemos ido juntando constantemente". Además, la interpretación de Inés Sanmartín también ha sido un elemento a tener en cuenta para acabar de pulir el texto ya que, "aunque la creación final pertenece a Pepa, hemos ido nutriéndonos de diferentes fuentes y trabajando entre los tres, construyendo y modificando el escrito conforme iba avanzando la obra”, resalta la colaboración.
El resultado de este feedback desemboca en un estreno absoluto en el Arniches, una situación que parte de la "incertidumbre, porque al ser la primera vez no estamos seguros de cómo va a ir. Sabemos que esto avanza poco a poco, que no se va a estrenar y enseguida va a haber una gira enorme", es consciente el director. Un debut intencionado y necesario, según considera, para "acabar de concluir la obra, porque en la comedia existen muchos elementos que hasta que no los pruebas con el público no sabes si terminan de funcionar por completo". Después del viernes, se tomarán un mes para terminar de perfeccionarla y volverán a los escenarios con la confianza de que "con el trabajo que se vea en el estreno y en los siguientes bolos podamos ir llenando el año de fechas", espera.
Por su parte, en la gala de las Artes Escénicas Valencianas celebrada el pasado octubre, Escobedo actuó como presentador y, además, consiguió el premio a Mejor Espectáculo de Circo con YOLO, You Only Live Once, una producción del Teatro Escalante de Valencia, que califica como "un regalo, porque cuando me lo encargaron me permitieron mucha libertad artística y creativa, así como trabajar en condiciones muy buenas, con ensayos pagados, una situación que ocurre pocas veces en esta profesión", revela. Tras su estreno y la gira del pasado año, este 2020 el show ya tiene previstos algunos bolos por la provincia, como Villena, o fuera de ella, en Madrid. "En verano seguramente pararemos porque YOLO es un espectáculo de sala y en esa época se trabaja más en la calle. Pero en otoño volveremos otra vez", adelanta.