ALICANTE. Los videojuegos pueden provocar arritmias cardíacas potencialmente mortales en niños susceptibles cuya predisposición puede no haber sido reconocida previamente, según un nuevo informe publicado en 'Heart Rhythm', la revista oficial de la Sociedad de Ritmo Cardíaco, la Sociedad de Electrofisiología Cardíaca y la Sociedad de Electrofisiología Pediátrica y Congénita.
Los investigadores documentaron un patrón poco común, pero distinto, entre los niños que pierden el conocimiento mientras juegan con videojuegos.
"Los videojuegos pueden representar un riesgo grave para algunos niños con afecciones arrítmicas; podrían ser letales en pacientes con afecciones arrítmicas predisponentes, pero a menudo no reconocidas previamente --explica la investigadora principal Claire M. Lawley, del Centro del Corazón para Niños, Red de Hospitales Infantiles de Sydney (Australia)--. Los niños que pierden repentinamente el conocimiento mientras juegan con aparatos electrónicos deben ser evaluados por un especialista en cardiología, ya que podría ser el primer signo de un problema cardiaco grave".
Los investigadores realizaron una revisión sistemática de la literatura e iniciaron un esfuerzo de divulgación internacional en varios sitios para identificar casos de niños con pérdida repentina de conciencia mientras jugaban a videojuegos.
En los 22 casos que encontraron, los juegos de guerra multijugador fueron el desencadenante más frecuente. Algunos niños murieron tras una parada cardíaca. Los diagnósticos posteriores de varias afecciones del ritmo cardíaco pusieron a los niños en riesgo continuo. La taquicardia ventricular polimórfica catecolaminérgica y el síndrome de QT largo congénito tipos 1 y 2 fueron las causas subyacentes más comunes.
Hubo una alta incidencia de variantes genéticas potencialmente relevantes (63%) entre los pacientes, lo que tiene importantes implicaciones para sus familias. En algunos casos, la investigación de un niño que perdió el conocimiento mientras jugaba a un videojuego llevó a que muchos miembros de la familia fueran diagnosticados con un importante problema familiar de ritmo cardíaco.
"Las familias y los equipos sanitarios deberían pensar en las precauciones de seguridad en torno a los juegos electrónicos en los niños que padecen una enfermedad en la que los ritmos cardíacos rápidos y peligrosos son un riesgo", señala Lawley.
Los investigadores atribuyeron a la estimulación adrenérgica relacionada con el entorno de los juegos electrónicos, cargado de emociones, la base fisiopatológica de este fenómeno. Los juegos electrónicos no siempre son la "alternativa segura" a los deportes de competición que a menudo se considera. En el momento de los incidentes cardíacos, muchos de los pacientes se encontraban en estados de excitación, acababan de ganar o perder partidas, o estaban inmersos en conflictos con compañeros.
"Ya sabemos que algunos niños tienen afecciones cardíacas que pueden ponerlos en riesgo cuando practican deportes de competición, pero nos sorprendió descubrir que algunos pacientes sufrían desmayos que ponían en peligro su vida durante los videojuegos", admite el coinvestigador Christian Turner, del Centro Cardíaco para Niños de la Red de Hospitales Infantiles de Sidney (Australia).
"El videojuego era algo que antes pensaba que era una 'actividad segura' alternativa --continúa--. Este es un descubrimiento realmente importante. Tenemos que asegurarnos de que todo el mundo sepa lo importante que es hacerse un chequeo cuando alguien ha tenido un episodio de desmayo en estas circunstancias".
El estudio señala que, aunque este fenómeno no es habitual, cada vez es más frecuente. "Después de haber atendido a niños con problemas de ritmo cardíaco durante más de 25 años, me asombró ver lo extendida que está esta presentación emergente, y descubrir que varios niños incluso habían muerto por esta causa", advierte.
"Todos los colaboradores están deseando dar a conocer este fenómeno para que nuestros colegas de todo el mundo puedan reconocerlo y proteger a estos niños y a sus familias", añade el coinvestigador del estudio, el doctor Jonathan Skinner.
En un editorial adjunto, Daniel Sohinki, del Departamento de Cardiología de la Universidad de Augusta (Estados Unidos) y sus coautores señalan que "debe entenderse que el esfuerzo abarca actividades ajenas al atletismo competitivo tradicional".
"El asesoramiento adecuado sobre los riesgos de los videojuegos intensos debe dirigirse a los niños con un diagnóstico cardíaco pro-arrítmico y a cualquier niño con antecedentes de síncope por esfuerzo de etiología indeterminada --apunta--. Además, cualquier programa de cribado futuro destinado a identificar a los atletas con riesgo de arritmias malignas debe incluir a los atletas que se consideren para participar en los eSports".