Estas cifras sitúan a 2024 como el quinto año con más hectáreas calcinadas hasta el momento de los últimos diez. De hecho, está muy lejos de los números tanto de 2023, cuando hasta el 30 de junio ardieron 59.952 ha, como de 2022, cuando hasta ese momento del año ardieron 69.230 ha.
En cuanto al tipo de siniestro, el Ministerio informa de que del total de 2.856 fuegos que han tenido lugar, 1.917 han sido conatos, es decir, que se han extinguido antes de llegar a afectar a una hectárea de superficie. Por otro lado, 939 han afectado a más de una hectárea y, de entre ellos, seis han sido grandes incendios (es decir, han afectado a más de 500 hectáreas). Si bien queda muy lejos de los 15 grandes incendios que se habían registrado hasta junio en 2023, está por encima de la media del decenio, cuando hasta mitad del año se ha registrado una media de seis.
Los datos concluyen que el 39,43% de los incendios han tenido lugar en el noroeste de España, el 30,88% en el Mediterráneo, el 29,27% en las comunidades interiores y el 0,42% en Canarias. Además, el 68,38% de la superficie arbolada afectada ha estado en el noroeste, el 12,01% en el Mediterráneo, y el 19,61% en las comunidades interiores. Asimismo, el 65,64% de la superficie forestal total afectada ha estado en el noroeste, el 21,62% en el Mediterráneo, el 12,74% en las comunidades interiores y en Canarias el 0,01%.
Por último, por tipo de vegetación, en los seis primeros meses del año se han quemado 3.004 ha de superficie arbolada, 14.839 ha de matorral y monte abierto y 3.886 ha de pastos y dehesas.