VALÈNCIA. Más de dos semanas después de la descomunal Dana que anegó distintos puntos de la provincia de Valencia, la fotografía en muchas de las localidades afectadas por el temporal todavía revela su destrucción. Y uno de los principales destrozos que, por desgracia, exhibe el paisaje valenciano es el de las miles de viviendas golpeadas por la fuerza de la riada. Grietas, socavones, muros caídos y sobre todo mucho barro son los vestigios que se observan en el parque edificado de muchos municipios, una imagen desoladora que lo es aún más para quienes tienen dañado su domicilio o, incluso, pueden quedarse sin hogar.
En este sentido, y según datos del Colegio de Registradores proporcionados a Valencia Plaza, un primer balance provisional arrojaría al menos 60.500 viviendas que, de algún modo y a priori, habrían sido afectadas por la Dana de Valencia. Se trata de inmuebles ubicados en más de sesenta poblaciones de la geografía valenciana, aunque a ese volumen inicial todavía se le añadirían casi 300 edificios residenciales que presentarían secuelas por la bravura del agua y el lodo. Además, la realidad que recoge esta estimación, principalmente en algunas localidades como Picanya y Chiva, no refleja aún la dureza del temporal, puesto que la cartografía satelital del sistema Copernicus de la Unión Europea (UE), utilizada por el Colegio para evaluar hasta dónde llegó la riada, no está completa.
Así pues, y a partir de un cruce de datos entre este programa de observación terrestre de la UE y el sistema informático registral, el Colegio de Registradores estima que gran parte de las viviendas afectadas, más de 52.000, serían pisos, así como que más de un 8% de ellos contarían con espacios anejos como garajes, jardines o trasteros. Mientras, el 80% restante, casi 48.000 viviendas, no los tendría. Del mismo modo, habría afectadas más de 2.200 viviendas adosadas y más de 60.000 inmuebles aislados, es decir, separados de otras edificaciones, además de 55 viviendas rústicas con algún tipo de problema cuya gravedad no se detalla por ahora en los datos proporcionados.
En relación a ello, cabe destacar que la mayoría de los municipios afectados cuenta con un parque construido en el que predominan las plantas bajas, las viviendas diseminadas y las unifamiliares. Son localidades, muchas de ellas, en las que igualmente hay cultivos en los que existen pequeñas construcciones de campo. De ahí que el impacto de las inundaciones haya sido gigantesco para muchos vecinos.
La situación en cada localidad, por lo tanto, varía en función de la tipología de sus construcciones, sus dimensiones y, por supuesto, el alcance de la riada. En este sentido, y de acuerdo con los datos del Colegio Registradores, la localidad que contaría por ahora con un mayor número de viviendas afectadas sería Xirivella, con más de 11.000, de las que casi 10.500 son pisos sin anejos y casi 400 inmuebles aislados, además de más de 70 adosados. Por detrás, y en la misma comarca, una de las localidades más golpeadas por la Dana y considerada ‘zona cero’ de esta tragedia, como es Paiporta, contaría en principio con al menos 9.484 unidades residenciales con deterioros. La mayoría de ellas, casi 7.000, serían pisos sin anejos, entre los que predominarán seguro las plantas bajas, pero también 1.842 con anejos, casi 350 adosados y 345 viviendas aisladas.
Así, las cifras de los registradores revelan cómo la comarca de l’Horta Sud es la que concentra más inmuebles dañados. En concreto, de las más de 60.500 viviendas que los datos identifican como afectadas, casi 34.000 estarían en esta comarca, la más afectada por la Dana y donde también, desafortunadamente, se ha encontrado a más personas fallecidas a causa de la riada. Más allá de las localidades anteriores, sus efectos en los hogares son igualmente contundentes en Catarroja y Alfafar. En el primer caso, más de 3.500 inmuebles habrían resultado damnificados según las informaciones del Colegio de Registradores, mientras que en el segundo serían poco más de 3.000.
Debido a sus grandes dimensiones, y aunque la mayor parte de la ciudad no resultó golpeada por la Dana, València es otro de los municipios que concentraría altas cifras de vivienda dañada. En concreto, son tres de sus pedanías, como La Torre, Forn d’Alcedo y Castellar-l’Oliveral, las que habrían tenido un perjuicio estimado en 7.530 inmuebles, la mayoría de ellos pisos sin anejos y viviendas aisladas. De esta forma, la capital de la Comunitat Valenciana concentraría más del 12% del parque residencial identificado como afectado según los registradores.
No obstante, el dibujo de las tipologías de vivienda dañada se modifica con creces conforme lo hace también el tipo de construcción predominante en cada municipio. Es por este motivo que, ya más lejos de València y de su área metropolitana, en localidades como la Pobla Llarga, en la Ribera Alta, cerca de un 40% de los inmuebles afectados son viviendas aisladas, a la vez que los pisos, que superan o rondan el 90% del total damnificado en Xirivella, Paiporta o la capital valenciana, caen al 55% en el caso de esta población. Algo similar sucede en otras localidades de esta comarca, como Alberic o Castelló, que concentra al 61% de las viviendas aisladas afectadas por la Dana en una primera estimación y al 44% de los adosados.
Los datos del Colegio de Registradores ubican así por ahora a la Ribera Alta como una de las comarcas con más dañadas por los estragos del temporal con casi 17.000 viviendas afectadas, una realidad que no obstante podría cambiar conforme se añada información cartográfica en áreas que todavía no han sido analizadas en detalle por Copernicus y, en consecuencia, tampoco por los registradores. Uno de estos casos sería el de la Hoya de Buñol, donde apenas se han podido identificar once inmuebles afectados, o de el Camp de Túria, una zona en la que se localizan de momento poco más de un centenar de ellos. Igualmente, en Picanya, una de las localidades más damnificadas, solo se han podido concretar posibles daños en dos viviendas aisladas.
De igual forma, en poblaciones como Utiel de momento se habrían incorporado algo más de trescientas viviendas dañadas, mientras que en Chiva apenas se han contabilizado una decena de ellas. Así pues, y por ahora, entre las localidades con mayor afección en su parque residencial se encontrarían Algemesí, con más de 4.000 unidades dañadas; l’Alcúdia, con más de 3,300; y localidades del área metropolitana de València como Sedaví, con algo más de 1.760; Massanassa, con más de 1,200; o Benetússer, con más de 800.