VALÈNCIA. (EFE).- Los casos de tuberculosis han descendido un 13 por ciento en la Comunitat Valenciana en los últimos cuatro años, pasando de 414 casos declarados en 2017 a 360 en 2021, según datos de Dirección General de Salud Pública ofrecidos con motivo de la celebración este jueves del Día Mundial de la Tuberculosis.
La mayoría de afectados por esta enfermedad infecciosa son hombres (60,8 %) con una media de edad de 47,1 años, según informa la Generalitat, que destaca que el diagnóstico precoz e inicio del tratamiento son las medidas más eficaces para controlar la enfermedad al romper su transmisión.
De este modo, en los últimos cuatro años la tuberculosis ha presentado una tendencia descendente en la Comunitat Valenciana con tasas de incidencia por debajo de los 10 casos por 10.000 habitantes.
Por provincias, 184 casos en Valencia (tasa 7,01 casos por 10.000 ), 142 en Alicante (tasa 7,57 casos por 10.000 habitantes) y 37 en Castellón (tasa 5,71 por 10.000 habitantes).
La fuente de información utilizada ha sido el registro de casos y contactos del Sistema de Información para la Vigilancia de Enfermedades de Declaración Obligatoria (EDO), así como los resultados microbiológicos de los laboratorios de los hospitales de la Comunitat Valenciana integrados en la Red de Vigilancia Microbiológica.
El 44,2 % de los casos son extranjeros o nacidos fuera de España y que se consideran autóctonos, según las fuentes, que indican que la localización pulmonar es la más frecuente, con 262 casos (72,8 %), la coinfección por VIH está presente en el 6,9 % de ellos, y el 68 % de estos casos requirió hospitalización y su ingreso tuvo una estancia media de 14 días.
La tuberculosis es una enfermedad infecciosa causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis que afecta preferentemente a los pulmones. El diagnóstico precoz e iniciar el tratamiento es la medida más eficaz para controlar la enfermedad, al romper su transmisión ya que la contagiosidad disminuye desde el primer día del tratamiento.
Se considera que un enfermo deja de contagiar al cabo de dos o tres semanas de iniciar el tratamiento y los enfermos mejoran desde el principio del tratamiento, aunque esta sensación hace pensar al paciente que está curado y algunos abandonan el tratamiento produciendo recaídas.
Si el tratamiento no se realiza correctamente (abandono del mismo o toma irregular) se pueden producir resistencias a los fármacos, advierten las fuentes, que destacan que estas formas de tuberculosis resistentes a fármacos curan con mayor dificultad (necesitan fármacos menos habituales y el tratamiento es más largo).