VALÈNCIA. (EP) La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) despide un año "dos veces malo" por la subida histórica de los costes de producción y los precios hundidos de los productos en el mercado, con el de la naranja a solo nueve céntimos el kilo. En total estima unas pérdidas de 640 millones de euros y unos sobrecostes de 500 millones solo en 2021 en la Comunitat.
Ante esta situación reclama un plan en "auxilio" del campo y reprocha la falta de políticas decididas por parte de la Generalitat, el Gobierno y la Unión Europea, por lo que llama a la unidad del sector de cara a la manifestación nacional prevista en Madrid el próximo 20 de marzo, un año después de la tractorada de València, tras meses de protestas.
"La agricultura valenciana sigue siendo el farolillo rojo de Europa y de España", ha advertido el presidente de AVA, Cristóbal Aguado, en su comparecencia de balance de 2021, para denunciar que la reacción de las administraciones es "decepcionante e incluso insultante".
Así ha rechazado tanto la ley española de Cadena Alimentaria, que "nace prácticamente muerta", como la valenciana de modernización de estructuras agrarias sin "ningún proyecto bandera tras mucho tiempo aprobada". También ha criticado las "florituras" que impulsa el Ayuntamiento de València en la Ley de la Huerta porque no se trasladan en un precio justo para los agricultores.
A nivel nacional, Aguado ha insistido en un gran pacto por el agua sin "guerras" entre comunidades y ha acusado al ministro Luis Planas de traicionar a los agricultores por "el mayor recorte a los seguros en sus más de 40 años de historia", algo que ha advertido que demuestra que "el Gobierno tiene poco de progresista y rompe la dinámica del PSOE".
En clave europea ha vuelto a urgir a Bruselas a proteger la agricultura mediterránea en lugar a los acuerdos con terceros países y ha criticado su política de "puritanismo" ante el proteccionismo de Estados Unidos o China. "Esta no es la Unión Europea que queremos ni defendemos", ha dicho, y ha rechazado las exigencias de la nueva PAC 2023-2027 y el Pacto Verde que les pone "contra las cuerdas".
Y en el ámbito autonómico ha instado a la consellera Mireia Mollà a "entender qué le pasa a la citricultura", lamentando que se vendan clementinas y mandarinas con piñones y que esto suponga perder consumidores. Ha puesto como ejemplo los precios ruinosos que suponen que un café cueste lo mismo que 14 kilos de naranja navelina.
Sobre los efectos de la pandemia, Aguado ha apuntado a los problemas de contratación tanto para recolectar como para envasar, comercializar y transportar. También ha rechazado la picaresca --"el virus ha dado cobertura a que mucha gente se coja una baja mientras está en el bar tomando una cerveza"-- y ha pedido a los productores "menos 'whatsappeo'" y más unidad para solucionar sus problemas.
El balance recoge que de los 640 millones de pérdidas anuales, 230 corresponden a los problemas del mercado y cien al clima, mientras el campo se ve castigado por la escalada de la energía (+270%), el gasóleo (+73%) y los abonos (+48%), el efecto de plagas como el 'cotonet' y la falta de efectividad de los productos fitosanitarios. Unos problemas a los que los productores tienen que sumar los daños de la fauna y los robos (60 millones en pérdidas).
Pero AVA también alerta de las más de 2.000 hectáreas que se dejaron de cultivar en 2021 en la Comunitat mientras "el resto de España recuperó tierras". Por contra, el aguacate y el kiwi se posicionan como alternativas de cultivo con un aumento de superficie del 33,6% y el 7,1% en 2021 en suelo valenciano.
En el caso de la naranja, a pesar de las perspectivas prometedoras por la pandemia, los precios se hundieron por la entrada de importaciones de Sudáfrica y Egipto. Las pérdidas se estiman en 300 millones en el conjunto de la cadena de valor de cítricos, con más del 20% de los frutos pendientes de recoger o desperdiciados, unido al efecto del pedrisco en Castellón.
Entre el resto de cultivos, la producción valenciana de uva sigue sin volver a los niveles pre-pandemia y fue un 16% inferior a la vendimia pasada, el tomate rondó el medio céntimo por kilo frente cotizaciones anteriores superiores a un kilo y los precios de cebollas, patatas y sandías fueron ruinosos (hasta 0,08, 0,14 y 0,15€/kg, respectivamente).
El arroz se vio afectado por la maleza y disminuyó un 10% su producción, mientras las frutas de hueso sufrieron los temporales acentuando el "abandono" de estos cultivos. AVA alerta además del abandono de las producciones de caqui, con una bajada de producción de más del 25% influida por el veto de Bielorrusia.
En cambio, la alcachofa demostró su rentabilidad al aumentar un 20% su superficie y la algarroba continúa su "época dorada" hasta alcanzar un euro por kilo en 2021. Tanto el olivar como la almendra son dos de los cultivos que se mantienen, mientras la chufa no sufre repercusiones excesivamente negativas por la incertidumbre en el canal HORECA (hoteles, restaurantes y cafeterías).
La agricultura ecológica tuvo un año positivo con una facturación un 20,8% superior y un 18% más de superficie, una línea que AVA quiere seguir atrayendo productores y empresas y reduciendo la burocracia. Y las flores y plantas dispararon un 30% las ventas previas a la COVID gracias al 'boom' de la jardinería en los hogares.
En la ganadería fue un buen 2021 para el ovino-caprino y los huevos, mientras el resto de la carne se vio afectada por el aumento de costes de piensos y la producción de miel bajó un 15%. Desde la entidad advierten además de los malos resultados para las reses bravas por la suspensión de 'bous al carrer', con unas ayudas de la Generalitat que "apenas sirven para frenar el sacrificio de animales".