ALICANTE. Rubén Torrecilla señaló al vestuario en la rueda de prensa tras la derrota a manos del Real Madrid Castilla. Lo hizo al manifestar que no le habían gustado "muchos (de sus) futbolistas" y que seguía esperando de ellos "un paso adelante a domicilio".
El técnico blanquiazul no precisó la identidad de los destinatarios del tirón de orejas que daba en público, pero sí puntualizó que se lo había dado en privado.
La imagen ofrecida por el equipo en el Alfredo Di Stéfano no fue la mejor y contrastó sobremanera con la que el Hércules ha dado en los tres partidos que ha disputado ante su público, pero también en las dos salidas precedentes, incluso en la primera de ellas, en la que el equipo cayó por 4-1 en Alcorcón.
El pobre rendimiento en Valdebebas después de advertir en la comparecencia de prensa anterior al envite que le preocupaba que sus jugadores pensasen "que eran muy buenos" y el filial blanco "les pintase la cara"... soliviantó a Torrecilla.
A juzgar por los méritos (fundamentalmente en Alicante) y deméritos (fundamentalmente a domicilio) cosechados por cada uno de los jugadores que tiene a sus órdenes en las seis jornadas disputadas hasta la fecha, parece que el lateral 'Retu' y los mediapuntas Aranda y 'Solde' eran los destinatarios del citado tirón de orejas. Los tres estuvieron a un alto nivel ante el Real Murcia, pero siete días después se les echó en falta. Ahora bien, ni los anteriores pueden considerarse únicos responsables del traspiés, ni tampoco el árbitro sevillano Francisco Javier Expósito Jaramillo por no señalar penalti de Raúl Asencio sobre Coscia. El propio Torrecilla tiene su cuota de responsabilidad como entrenador, por apostar por un plan de partido que primaba el esperar y/o por los cambios que ordenó: Dapaah no se está haciendo acreedor de las oportunidades que se le brindan y situar a Javi Moreno en la banda izquierda, a pierna natural, le resta capacidad de sorprender.