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Los retos de València como Capital del Diseño

16/11/2021 - 

VALÈNCIA. València ya es Capital Mundial del Diseño. Tras años de preparación, sus organizadores desvelan hoy el programa de actividades previsto para 2022 en un acto multitudinario que tendrá lugar en el Palau de les Arts. La cita servirá para presentar el calendario de acciones y, también, como pistoletazo de salida al proyecto, que promete salpicar el próximo curso con distintas iniciativas, algunas de ellas ya conocidas, como la exposición Ruta gráfica. El diseño del sonido de València o el recorrido por el trabajo de Anni y Josef Albers, que acogerá el IVAM en los próximos meses. Otras citas ya anunciadas es la celebración del World Design Exchange, un encuentro entre los responsables y organizadores de las 24 Design Weeks mundiales que tendrá lugar en Bombas Gens, o la instalación de un gran pabellón en la plaza del Ayuntamiento. 

Aunque hoy se desvela el grueso del programa en el que la Capitalidad lleva meses trabajando, también es cierto que desde que València fue seleccionada por la World Design Organization (WDO) sus organizadores han remarcado aquello de que no quieren que se trate de “flor de un día” y han buscado alejar el relato de la cita de otros grandes eventos. Con este objetivo en mente, entre otros, no son pocos los retos que se marca la Capitalidad de cara a 2022, un curso en el que se despliega el proyecto y en el que, también, se pone a prueba en cierta medida el impacto que la catalogación ha tenido (o no) en València. Estos son algunos de los retos de València como Capital Mundial del Diseño. 

Y esto, ¿quién lo paga? 

La financiación se ha convertido en el gran caballo de batalla de la Capitalidad. Si bien en un primer momento sus impulsores hacían bandera de ser una iniciativa levantada en una primera capa desde el ámbito privado, lo cierto es que el proyecto no ha acabado de cuajar en el ámbito económico -con pandemia de por medio, por supuesto- y será el presupuesto público el que sustente la mayor parte de la propuesta. Entre la Generalitat y el Ayuntamiento de València se destinará un total de 4,5 millones de euros a la cita, un montante que se esperaba supusiera la mitad del presupuesto global. Sin embargo, el resultado no ha sido el esperado y tendrán que jugar con menos cartas de las esperadas. “En 2019 ya se dice que esa inversión pública queríamos que fuese la mitad del presupuesto total del proyecto, pero ocurre luego una pandemia mundial que desploma en todas partes el tema de patrocinios. Fue muy difícil durante mucho tiempo levantar patrocinios. Por suerte hemos dejado atrás esto. Es verdad que hemos perdido muchos meses de entrada de capital privado, pero ahora vemos como está reflotando”, explicó Xavi Calvo, director de València Capital Mundial del Diseño 2022, en una reciente entrevista con este periódico

El Consell Municipal del Disseny 

Si bien la administración pública es un apoyo clave desde el punto de vista financiero para la Capital, en el ámbito intelectual todavía queda más de un cabo suelto. Es cierto que en los últimos años la relación entre los profesionales del diseño, la comunicación o la ilustración ha mejorado notablemente con las instituciones, dejando ya en el pasado los concursos (aunque no en todos los casos) y pasando a fórmulas de contratación en cuya confección han participado las principales asociaciones. Sin embargo, la pregunta es: además de mejorar la fórmula de contratación, ¿cómo pretende la Generalitat o el Ayuntamiento integrar el diseño? Desde hace años de habla de la creación de figuras como la de director creativo, algo que parece ahora descartado, o una suerte de Consejo de Diseño, una fórmula anunciada en 2019 en la que todavía se está trabajando. 

El mismo alcalde de València, Joan Ribó, anunciaba ayer, durante un encuentro con los Premios Nacionales de Diseño Jaime Hayón y los responsables de la empresa Expormim, que el Consell Municipal del Disseny se creará “enseguida” con el objetivo de “introducir este proceso creativo en todas las actuaciones desarrolladas por el Ayuntamiento”. Todavía no está claro a qué fecha corresponde ese “enseguida”, pero sí que esto es un paso intermedio hacia una solución definitiva. Así lo expresaba el propio Xavi Calvo en octubre, cuando admitía este Consell se trata de una fase de transición hasta llegar a una soñada Oficina del Diseño. “Eso es lo que se necesita. Es difícil y entiendo que una primera manera de empezar a experimentar con eso es un Consejo de Diseño. Toda la colaboración de la Capitalidad ya está y se han desarrollado muchos documentos y un planteamiento en firme que ha llegado hace meses a Alcaldía y en cada reunión trimestral con el alcalde se vuelve a repasar”, recalcó. Esto por lo que respecta al Ayuntamiento, pues de momento, la Generalitat no ha desvelado ninguno de sus planes al respecto. 

Interesar al público general

La programación contará con numerosas acciones dirigidas por y para profesionales pero, ¿dónde queda el público general? Interesar a la ciudadanía que poco o nada puede saber de la labor de los diseñadores es seguramente el mayor reto y, también, uno de los más necesarios para conseguir que se comprenda su valor social. En este sentido, se está trabajando en algunas acciones en el apartado expositivo o con la creación de un pabellón en la plaza del Ayuntamiento que se espera sirva como foro y punto de encuentro, un espacio físico de conexión con los vecinos de la ciudad. Habrá que ver una vez pase la cita si se ha conseguido o no este objetivo. 

 Foto: NEREA COLL.

Proteger el patrimonio

Uno de los problemas que ha traído la falta de querencia por el diseño de gestores o ciudadanos ha sido la despreocupación por el patrimonio vinculado al diseño. Desde rótulos en plena calle a colecciones privadas, en estos años (casi) nadie se ha preocupado de su cuidado. Hasta ahora. Con el nacimiento del Arxiu Valencià del Disseny, un proyecto impulsado por la Universitat de València y la EASD, se dio un paso en firme para evitar que los tesoros del diseño valenciano acabaran desperdigados en otros centros expositivos o, en el peor de los casos, destruidos. En estos años desde el Arxiu se han afanado por captar donantes, haciendo crecer una colección que reúne obra de Eduardo Albors, Punt Mobles, Paco Bascuñan o el Colegio de Diseñadores de Interior de la Comunitat Valenciana (CDICV). 

Actualmente cuenta como sede con la Facultat de Geografia i Història, aunque desde hace tiempo sus impulsores hablaban de la necesidad de encontrar un espacio a largo plazo. Dicho y hecho. Será La Marina, tal y como avanzó este diario, su nueva casa, aunque todavía queda por concretar de qué manera será el traslado y, también, cómo se darán a conocer los fondos al público, más allá del repositorio online (recientemente inaugurado). El Arxiu ha demostrado que hay fórmulas para proteger el patrimonio en peligro, aunque será un reto ver como desde las instituciones que lo impulsan y también aquellas colaboradoras trabajan para su impulso sostenido en el futuro. 

Impulsar el Centro del Diseño

Hace apenas unas semanas que se presentó oficialmente la Fundación del Diseño, un organismo que busca tomar el relevo de los proyectos iniciados por la Capitalidad Mundial una vez finalice el año. Presidida por Vicent Martínez, una de las grandes promesas es la creación de un futuro Centro del Diseño que, tal y como avanzó este diario, estará ubicado en la base de Iberdrola de La Marina. Con la localización decidida, ahora toca hablar del contenido. La planta baja será de uso público, la primera planta servirá como un hub de conexión y la segunda altura estará destinada al Arxiu, un proyecto que está enmarcado en Design District con el que esperan acceder a la New European Bauhaus.

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