ALICANTE. Los vecinos del barrio de Carrolinas de Alicante han dicho basta ya. Han presentado más de mil firmas denunciando el grave deterioro que sufre la zona: entre otras cosas, se quejan de la inseguridad ciudadana, de la falta de presencia policial, la falta de limpieza y mantenimiento, la ausencia de zonas verdes, falta de seguimiento de los inquilinos de las viviendas sociales, y el deterioro de fachadas y calles.
Pero hay dos cuestiones que les preocupan todavía más: el consumo ilegal de drogas y alcohol en la vía pública y la ocupación ilegal de viviendas. De la primera cuestión, denuncian que imposibilita que las familias con niños quieran bajar a jugar en la Plaza de les Palmeretes, la única zona lúdica del barrio. "A todas horas hay gente consumiendo alcohol en la plaza, sin ningún tipo de control", aseguran en el escrito presentado.
Más preocupante es la cuestión de la ocupación de viviendas. Denuncian que existen mafias que cobran por ocupar viviendas o pisos abandonados, y que hay muchos casos en las calles Donoso Cortés, Pelayo y Jazmín. También en la calle Espartero, donde hace dos años, Iberdrola ordenó cortar la luz en un edificio en el que vivían ocupado propiedad de una entidad bancaria, que se quedó a medio construir. En ese momento, residían de forma ilegal siete familias y tras el corte, Stop Desahucios se quejó ante el ayuntamiento.
También se quedan los residentes del escaso control que hay de los inquilinos del parque de viviendas que son propiedad o gestionadas por el Patronato Municipal de Vivienda, algo que hacen llegar al consistorio en el escrito. Los vecinos reclaman medidas después de muchos años de denuncias y abandono por parte de las últimas corporaciones municipales.