Foto: RAFA MOLINA.BENIDORM. Los últimos días ya lo iban avisando desde la patronal hotelera Hosbec, la evolución negativa de la pandemia lastrará la ocupación de los establecimientos. Algo que finalmente se ha cumplido según los datos aportados aportados por la asociación en relación a la semana pasada, del 12 al 18 de julio de 2021. Solo Valencia y Castellón pueden mantener los datos de la semana anterior, mientras que Benidorm y la Costa Blanca registran descensos de 6 puntos.
De este modo, los hoteles de la capital turística registraron un 56,8% de ocupación, mientras que los siete días previos era de 62,7%. Como viene siendo habitual, el fin de semana es el que más empujón da a las reservas, aunque también se nota la caída: pasa de 71,9% a 66,7%. Y todo ello a pesar de que ha cerrado un asociado, por lo que hay 87 abiertos, es decir, un 77% del total. Se trata además de dos alojamientos menos que hace 15 días, aunque la previsión es que abran dos hoteles más.
Lo que se mantiene es la gran afluencia de turistas nacionales, que suponen el 88,6% de la cuota. El dato de previsión es más optimista para la semana en curso (del 19 al 25 de julio), que alcanza el 62,2%.
Como se decía, la situación de la Costa Blanca no mejora. Atendiendo a los registros de los asociados, sin incluir Benidorm, llegaron a un 65,8% de ocupación. Baja por tanto del 71,6% que informaron hace siete días. Más parejo está el fin de semana, que baja del 80,2% al 78,5%. De todos los viajeros, un 86,1% sigue siendo de origen nacional; los extranjeros solo han supuesto un 13,9% del total de la demanda.
En el caso contrario a la ciudad de los rascacielos, la provincia añade una apertura más, siendo ya 47 los hoteles que están abiertos, esto es, un 92,2% del total de hoteles asociados en la zona. En cuanto a los datos de previsión facilitados por la muestra participante, se espera registrar al menos un 69% de ocupación. No es el caso de las provincias de Valencia y Castellón, que mantienen sus datos en un 64% y un 72,5% respectivamente.
Frente a estos resultados, la patronal hotelera apunta directamente a la evolución negativa de la pandemia, ya que en España sigue subiendo la incidencia de contagios por covid-19 y en esta ocasión la Comunitat Valenciana no está siendo ajena a los brotes. Como consecuencia, el gobierno valenciano decidió imponer de nuevo una serie de medidas, como el toque de queda o la limitación en las reuniones sociales. Para la asociación "empiezan a pasar factura al sector hotelero que ha visto frenadas las reservas y las ocupaciones reales en este periodo".
Otra de las consecuencias que está sufriendo especialmente Benidorm es su dependencia del mercado británico. Los vuelos comienzan ahora a incrementarse, pero sigue sin notarse en las reservas de hotel, tal y como explicaba a este diario el presidente de la patronal, Toni Mayor. No obstante, celebran la reactivación del sector, aplaudiendo que para agosto hay programados en estos momentos 350.000 asientos desde los aeropuertos del Reino Unido hacia el aeropuerto de Alicante-Elche, mientras que hacia Valencia se prevén 34.000 asientos. En ambos casos, esta capacidad en agosto representa el 70% sobre agosto de 2019, último ejercicio de normalidad turística. "La esperanza del sector es que esta programación pueda cumplirse y no se cancele por efectos de la crisis sanitaria", señalan desde Hosbec.
