ELCHE. Asociarse para tener más fuerza como colectivo y para generar sinergias entre ellos. Con esa premisa es con la que se ha empezado a trabajar ahora para que los diferentes festivales de cine de toda la Comunitat Valenciana puedan potenciar sus oportunidades colectivamente, a pesar de que cada uno de ellos siga funcionando de forma autónoma. Una idea sobre la que se ha empezado a trabajar dentro del marco de la jornada organizada en la UMH por la propia universidad, el grado en Comunicación Audiovisual y el Festival de Cine Internacional de Elche (Ficie).
Una jornada que tuvo lugar en Elche, en la que se presentó por primera vez fuera de Valencia el Festimapp, un informe sobre la salud de los diversos festivales del ámbito audiovisual autonómicos; un censo sobre los que entran y los que salen y que tiene lugar cada dos años. Precisamente en el último, en el de 2016, el IVC lanzó la idea de que los distintos festivales de cine crearan una coordinadora o algo similar para que tuvieran una única voz a la hora de hablar, lo que podría facilitar la tarea al Institut Valencià de Cultura (IVC) y otros organismos, al no tener que hablar uno a uno cada vez. Hay que tener en cuenta que son casi 80 los festivales existentes en el territorio, prácticamente un tercio de los que se realizan a nivel estatal, que son unos 250.
Ante tal peso, diversos miembros de los festivales se congregaron en la UMH antes de la presentación del Festimapp para abordar este asunto, eso sí, sin la presencia de José Luis Moreno, director adjunto de Audiovisuales y Cinematografía del IVC, precisamente para preservar la independencia y la autonomía de cada festival, que es privado. Se mantendrá durante el proceso al margen para intervenir lo menos posible y que sea lo que estos decidan. De acuerdo a la idea de descentralizar el organismo, se empezó por Elche. Otro motivo que influyó, el peso y respeto que tiene su Festival Internacional de Cine Independiente (Ficie), el decano de la Comunitat con 41 ediciones y uno de los más veteranos de todo el país.
Como explica el coordinador del Ficie, Vicente Sanchís, “la asociación tiene la ventaja de que cuando vayamos a negociar, estaremos todos agrupados en una única voz”. También señala que se crearán sinergias, ya que como se indicó en la reunión, los más beneficiados no tienen por qué ser los más grandes, que al fin y al cabo ya tienen los contactos, sino los más pequeños, porque pueden acceder a más contactos dentro del mundo del cine y puede ser un trampolín importante. Además, se ha de tener en cuenta que por ese peso fílmico nacional, la Generalitat tiene cinco festivales que participan en los Goya. En cualquier caso, Sanchís es tajante: “los festivales potentes aportarán unas cosas, pero los pequeños tienen presencia en el territorio, que es muy importante”.
Por el momento, la cosa va despacio, lógicamente, y aún se tiene que debatir si finalmente será asociación, federación, o cuál ha de ser la forma jurídica. Lo que sí está claro es que hay que tomar el ejemplo de colectivos similares como el catalán, donde ya tienen su propia marca, Catalunya Film Festivals, un nombre corto y con gancho. Eso es lo que buscarán ahora, además de un logo; algo que les ayude también a proyectarse internacionalmente.
En definitiva, la idea es que vayan todos por un lado, “sumar más que dividir”, explica Sanchís. Ahora se mandará un correo al censo de todos con el modelo de estatutos y la propuesta del código deontológico y en un par de semanas con el feedback que reciba, se empezará a trabajar en un borrador que poder presentar en mayo. Aprovechando que entre el 11 y el 13 de mayo se celebrará el Skyline Benidorm Film Festival, se quiere tener una reunión presencial allí, de acuerdo a esa descentralización. Una forma de trabajar, a su vez, cuya idea es exportar a otras áreas del instituto, como la música. “La idea es ir rotando e ir avanzando. Prmiero vamos con los estatutos, la marca y después los objetivos, si vamos despacito pero sin pausa, la asociación puede estar constituida a final de año”, asevera Sanchís.
Entre los presentes a esta toma de contacto asistieron miembros del festival de Alicante, del festival de Aspe, del Cortocomenius de Valencia, del Cinema Jove de Valencia —el más importante por presupuesto que maneja—, el Skyline Benidorm Film Festival, el Ficie, el festival juvenil alicantino, la Semana del Cine de Villena —muy poco conocido pero bastante antiguo, con unas 37 ediciones a sus espaldas—. En total, unas veintepersonas. Ahora, a seguir la claqueta.
En la cartelera de 1981 se pudo ver El Príncipe de la ciudad, El camino de Cutter, Fuego en el cuerpo y Ladrón. Cuatro películas en un solo año que tenían los mismos temas en común: una sociedad con el trabajo degradado tras las crisis del petróleo, policía corrupta campando por sus respetos y gente que intenta salir adelante delinquiendo que justifica sus actos con razonamientos éticos: se puede ser injusto con el injusto