claves para sostener las futuras pensiones

Los Economistas piden consenso, transparencia y actualizar el Pacto de Toledo

12/10/2022 - 

ALICANTE. “Los retos para el futuro consisten en gestionar la sostenibilidad del sistema de pensiones como lo conocemos, dada la evolución de la población española y de la población empleada, de los salarios y el incremento del importe medio de las prestaciones, así como la incidencia del condicionante fiscal que puede ser exigido por la UE o porque, sin necesidad de eso, tengamos que reducir los niveles de déficit y deuda para afrontar el mantenimiento de nuestro estado del bienestar y atender las necesidades de futuras crisis”.  Así lo afirma el decano del Colegio de Economistas de Alicante, Francisco Menargues, al abordar un tema de importancia capital para el conjunto de la población, como los es el futuro de las pensiones.

El Banco de España, que centra en la cuestión demográfica el futuro del sistema de pensiones, considera que, en el futuro, si no cambia la evolución previsible de las variables que inciden en la sostenibilidad del sistema, será necesario incrementar los recursos de la Seguridad Social o disminuir sus gastos.

Por ello, continua Francisco Menargues, “como es una cuestión de interés y responsabilidad intergeneracional, las decisiones que se tomen sería conveniente que vinieran acompañadas de significativas dosis de consenso y transparencia, y lo más razonable es que se tomaran en el marco de una nueva actualización del Pacto de Toledo”.

Según los últimos datos disponibles por parte de la Seguridad Social (nómina de julio de 2022), existían en ese momento un total de 9.013.485 pensionistas (que perciben pensiones contributivas), con un importe medio mensual percibido de 1.203,29€, una edad media de 71,6 años y una media de 1,104 pensiones por pensionista.

Las pensiones más frecuentes son las de jubilación (6.130.585), seguidas de las de viudedad (1.566.379), de las de incapacidad permanente (946.843), orfandad (325.973) y, por último, las que se satisfacen a favor de familiares (43.705).

Para poner en contexto el panorama europeo, por ejemplo vemos que las pensiones públicas se situaban, en término medio en 1.500 € en el caso de Suecia, 1.000 € en el caso de Alemania, algo más de 1.080 € en el caso de Francia, 550 € de Italia o los 400 € de Portugal, entre otros.

Esta es una comparativa en torno a la pensión pública media por jubilación que se sostiene sobre las cotizaciones de los trabajadores, aunque se ha de tener en cuenta que, en algunos de ellos, éstas también se complementan con las aportaciones privadas.

La mayor partida de los PGE 

El modelo actual está inspirado por el denominado Pacto de Toledo, que ha sufrido diferentes vaivenes y/o sobresaltos desde su adopción. Este pacto, surgido en el año 1995, buscaba sentar las bases y recomendaciones para el mantenimiento en el tiempo del sistema de pensiones. Desde su constitución, se han producido modificaciones diversas en aspectos como la edad de jubilación o las referencias para la actualización periódica de las pensiones.

Los importes del gasto por este concepto en los años 2021 y 2022 fueron de 163.297 millones y 171.140 millones de euros, respectivamente.

A la hora de plantear la posible evolución futura de las pensiones públicas, lo primero que debemos conocer, según el Decano del Colegio de Economistas de Alicante “es el sistema de pensiones que tenemos”.

En un sistema de capitalización cada contribuyente aporta y cotiza para sí mismo. Por tanto, las prestaciones que se reciben a partir del momento en que se obtiene la condición de pensionista (salvo lógicamente las no contributivas), dependerán exclusivamente de las aportaciones que ha realizado el beneficiario, así como del criterio y la estructura temporal de las inversiones que con estas se acometan.

En el caso de España, el sistema es de reparto y, por tanto, las prestaciones que cobran los pensionistas en la actualidad se han de satisfacer con las aportaciones de los trabajadores que cotizan en estos momentos (o con recursos provenientes del sistema impositivo), e igualmente las pensiones futuras serán satisfechas con las aportaciones de los trabajadores en activo en ese momento. Existe un componente solidario entre las distintas generaciones de contribuyentes y pensionistas.

Por ello, según Menargues, “si se deseara comenzar un debate sobre si nuestro sistema de pensiones es o no sostenible, en un principio es relevante conocer la evolución esperada del número de trabajadores y de pensionistas, de las pensiones y de los salarios del futuro, además de otros factores”.

Los pensionistas del futuro 

La población mayor de 65 años se ha incrementado en un 36,48% en el periodo de estudio, mientras que la población general lo ha hecho en un 15,59%. Teniendo en cuenta que la pensión por jubilación es la modalidad principal por volumen presupuestario, la evolución esperada de la población perceptora de esta modalidad de pensión (en términos generales, población mayor de 65 años) será determinante para prever el importe de las prestaciones futuras.

Como el sistema español es de reparto, otro factor clave en la sostenibilidad del sistema es la evolución de la población empleada, y de los salarios –de los cuales dependen las cotizaciones futuras–.

Una situación que influye poderosamente en la población empleada es la natalidad (además del número de inmigrantes). En los últimos años, la tasa de natalidad en España ha disminuido de manera notable: mientras que en 2002 era de 10,08, en la actualidad se sitúa en 7,10 (hijos por cada 1.000 habitantes).

En cuanto a la población ocupada, según los datos disponibles de el INE (serie 2002 hasta la actualidad) ha aumentado en un 21,86%, si bien no se ha terminado de recuperar desde la última crisis financiera. (Fuente: INE)

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