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Los economistas avisan: Alicante se verá afectada por la crisis de suministro de materias primas

30/10/2021 - 

ALICANTE. La provincia de Alicante es una de las más pequeñas de España, es muy montañosa y con un alto grado de urbanización. Tiene una extensión superficial de 5.216 km2, 1,9 millones de habitantes y un Producto Interior Bruto (PIB) cercano al 4% de toda España. Si observamos estas cifras, podemos deducir que su aportación en actividades económicas es superior al porcentaje de extensión y de población.

Hace años, algunos economistas extranjeros llegaron a decir que Alicante era “la California de Europa”, por su clima, playas y sus producciones en agricultura, industria agroalimentaria, turrones, juguetes, servicios, medicina y salud, calzado, textil, metalurgia, vinos, uva embolsada y otras actividades. También tiene una privilegiada situación a la que se accede fácilmente por tierra, mar y aire.

Por el tipo de sectores productivos, la provincia de Alicante es muy sensible al ciclo económico, fundamentalmente por la exportación de sus productos, que es muy alta, y que globalmente supera el 35% de su PIB. Dichas exportaciones son, en un 70% aproximadamente, a la Unión Europea (UE), y el 30% restante a Asia, América del Norte, Hispanoamérica y otros lugares.

Alicante importa del exterior cerca del 15% de su PIB, lo cual significa que el sector comercial y de servicios de la balanza de pagos de Alicante se sitúa en un 55% de su PIB.

La diversidad de sectores en los que destaca nuestra provincia, al ser tan sensible al ciclo económico, se hace notar cuando hay alguna situación de crisis o cambio. Por ejemplo, en agricultura e industria agroalimentaria tiene la competencia de algunos países africanos francófonos como consecuencia de los acuerdos de Lomé de la UE, y múltiples sectores son de temporada, cual es el caso de turrones, juguetes, turismo y otros. Es la provincia que más calzado fabrica, a pesar de no tener la suficiente piel y materias primas que ha de importar de otros lugares del mundo.

El vicedecano del Colegio de Economistas de Alicante, Vicente Llopis, afirma que “realmente la provincia de Alicante está muy abierta al exterior, concentrada en determinadas épocas del año, vende muchos productos mediante comercio internacional y tiene sus momentos de esplendor cada año en verano, con la fabricación y exportación de helados; turrones en Navidades; vinos con denominación de origen protegida de Alicante; y juguetes fabricados en el llamado “Valle del juguete” que incluye a Ibi, Castalla y Onil. El calzado también tiene cierta concentración según sea de verano o de invierno, destacando Elche, como primer productor de España, y el llamado Valle Alto y Medio del Vinalopó, con Villena y con Elda, esta última especializada en calzado de señora”.

Hace año y medio, apareció la pandemia de la Covid-19, que ha tenido una gran incidencia en todo el mundo y, consecuentemente, también en la provincia de Alicante, que al estar tan abierta al exterior, los efectos de dicha pandemia influyen en los compradores extranjeros de productos de Alicante, y también en el propio Alicante, porque repercute en las materias primas que vienen del exterior. Ello ha dado lugar a que la actividad comercial internacional haya bajado muchísimo, considerándola como una crisis, en el sentido de cambio del sistema productivo y de transporte de mercancías. Las exportaciones alicantinas hacia Europa suelen ser por carretera, pero las que van a Asia, América e Hispanoamérica suelen ser mediante grandes contenedores en gigantescos barcos de carga.

Llopis asegura que “esta cuestión está influyendo en nuestra provincia, ya que las materias primas para el calzado y los chips que se incluyen en algunos juguetes están llegado a cuentagotas y no es seguro de que haya una capacidad de suministro tan alta como en años anteriores; hay que recordar que la logística de los juguetes comienza a primeros de noviembre hasta el propio Día de Reyes; amén de ello, está subiendo el coste de las materias primas, llámese energía eléctrica, plásticos, PVC, acero, madera, etcétera, que se calcula en un sobrecoste adicional del 40%. La falta de chips se está notando en todo el mundo, ya que en su mayoría proceden del Sureste Asiático, y me consta que algunos fabricantes de automóviles alemanes, cuando el cliente compra un vehículo, tardan más de once meses en suministrarlo. El caso del turrón no es tan grave, ya que las exportaciones suelen ser a Europa y algo a Hispanoamérica”.

Para hacernos una idea de la situación económica que va a incidir en la provincia alicantina , continua el vicedecano, “podemos citar el caso de los fletes de los contenedores grandes, cuyo coste es de 3.000 dólares cada uno de ellos, y que por las dificultades de suministro y la alta demanda, han disparado su precio hasta el 500%, es decir, que hoy un contenedor, para trasladarlo del Sureste Asiático a España, cuesta 15.000 dólares”.

En esta situación estamos actualmente, aunque se vislumbra que la pandemia de la Covid-19 se está reduciendo, y esperemos que la logística y, sobre todo, el transporte, puedan cumplir con los suministros de materias primas, chips y demás componentes que se incluyen, sobre todo, en la fabricación de juguetes.

Vicente Llopis concluye que “estimamos que los juguetes clásicos u ordinarios no tendrán problemas de suministro, pero los juguetes más sofisticados y que incorporan cierta tecnología, puede que no alcancen la producción necesaria. De todas formas, seamos optimistas y esperemos que este año 2021, pueda situarse en niveles parecidos a la época preCovid-19”.    

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