BENIDORM. La Agrupación de Interés Urbanístico (AIU) de Armanello dice haber sido "muy escrupulosa" con las características del nuevo proyecto para acomodarse a las exigencias de las administraciones públicas. La AIU sigue a la espera de que los departamentos pertinentes de la Generalitat den su visto bueno al plan, ahora conocido como "Ensanche Levante", como dieron a conocer desde hace unos meses tras la aprobación por parte del Ayuntamiento de Benidorm.
En este sentido, el plan está en una primera fase de avance, ya ha sido ultimado y remitido a las administraciones públicas competentes (Ayuntamiento de Benidorm y Generalitat Valenciana), cuyas indicaciones previas han sido tenidas en cuenta en su integridad por los dueños en su mayoría unidos en la AIU, cuyos representantes adelantan que han sido “muy escrupulosos”, ordenando a los técnicos que el proyecto recogiera absolutamente todas las sugerencias de ambas instituciones.
Asimismo, indicaron que si el proyecto obtiene el plácet esperado, y supera los informes sectoriales de las diferentes consellerias que deben pronunciarse para superar la primera etapa de evaluación ambiental estratégica, "en relativamente poco tiempo" comenzará la tramitación del instrumento de planeamiento completo (Plan Parcial), posibilitando así el comienzo de la transformación de una amplia franja del territorio de Benidorm que ahora presenta una imagen deteriorada social y físicamente, con casas abandonadas y ocupadas.
Se trata de 56 hectáreas (560.00 metros cuadrados) sobre las que tomará forma un desarrollo acorde al Benidorm actual (definido por un marcado urbanismo vertical, mucho más sostenible que el resto de modelos conocidos para uso residencial y hotelero), y posibilitará una importante bolsa de suelo para dotaciones públicas y zonas verdes, lo que sin duda contribuirá a mejorar el atractivo turístico de la ciudad, en esa área urbana escasa de zonas de esparcimiento ciudadano y colectivo.
Poco se sabe del proyecto planteado, lo que sí ha trascendido es lo que los técnicos municipales han establecido en sus líneas maestras sobre estas parcelas. En el borrador que conoció este diario, destaca que la altura mínima de los edificios será de 20 plantas. Cinco menos que en el anterior planeamiento, que se desprogramó tras quitarle la condición de agente urbanizador a Enrique Ortiz e Hijos Contratista de Obras SA, de la que es administrador único el polémico empresario alicantino Enrique Ortiz.
A grandes rasgos, la constitución del suelo estará dividida en tres áreas: un parque y dos barrios. Cada uno de los barrios tendrán sus manzanas que a su vez se dividirán en diversas calles. Entre las exigencias propuestas, recogen la plantación de un árbol por cada 50 metros cuadrados y 70 por manzana. Asimismo, los comercios tendrán un mínimo de 200 metros cuadrados y no cabe la ubicación de grandes superficies.
El carácter que le han dado los técnicos municipales es mayoritariamente residencial.Así, el uso del suelo se reparte en que el 50% será residencial, y el otro 50% se dividirá entre hotelero y comercial. No obstante, aún quedarían usos por definir, como el dotacional que serviría para servicios públicos como educación o sanitario, que al parecer dejarían a consideración del Consell cuando llegara el momento. Además, hay que añadir que los hoteles también podrían ubicarse dentro del uso residencial.
El parque tendría una superficie de 150.000 metros cuadrados, lo que supone entre el 20 y 25% del total del terreno, que alcanza los 575.000 metros cuadrados. De éstos, sólo 292.000 metros cuadrados son útiles. Finalmente, y teniendo en cuenta la edificación en altura, llegarían a abarcar 600.000 metros cuadrados para construcción.