ELCHE. En la Junta de Gobierno Local del viernes, el bipartito aprobó el reglamento de uso de aeronaves pilotadas por control remoto por el cuerpo de Policía Local. En otras palabras, de los drones. Se trata de la primera fase para integrar esta tecnología en el cuerpo, en la misma línea que lo que se está haciendo en otros cuerpos de seguridad, como en Benidorm, o de bomberos, como en Alicante, de acuerdo a la regulación de esta tecnología en un espacio aéreo principalmente controlado y de gran complejidad. En este primer paso se aprueba el reglamento que regirá el cómo utilizarlos, y el siguiente será en el que se especifique cuántos hacen falta y qué presupuesto se maneja para los mismos. De momento, lo que está claro es para qué se utilizarán: para controlar grandes eventos y zonas de afluencia como playas, así como posibles emergencias o catástrofes como accidentes o incendios. En menor, medida, también para cuestiones relacionadas con el tráfico.
Todas estas son actuaciones incluidas dentro del ámbito de la "prevención" al que se refirió el edil de Seguridad Ramón Abad cuando habló del mismo este viernes. Sobre la cuestión de las carreteras y el tráfico, a priori tendrán un papel secundario, ya que por ejemplo está prohibido instalar un radar en el propio drone. Lo que en cualquier caso no es incompatible con otros usos relacionados con el tránsito y los controles de posibles infracciones. Asimismo, el reglamento también excede el ámbito policial, puesto que también establece regulaciones genéricas para la ciudadanía, ya que son nuevas tecnologías cada vez más utilizadas, y en el caso de Elche, por la cercanía al aeropuerto o instalaciones militares, es precisa su regulación.
En cuanto a las restricciones, hay restricción al vuelo fotográfico por una zona de afección definida por el Ministerio de Defensa en Guardamar del Segura; en dos zonas de fauna sensible como son El Hondo, con numerosas especies acuáticas en invierno, con presencia masiva de diciembre a marzo, y el Clot de Galvany, cuyos límites "requieren una adecuada protección ambiental mediante limitaciones a la operativa de vuelo"; la zona libre, punto de concentración con actividad principal de vuelo de parapente en Gran Alacant; y en la "industria", dado que existe una elevada actividad industrial en el término municipal con la existencia de instalaciones e infraestructuras de la industria química, transporte, energía, agua y tecnologías de la información y comunicaciones, agrupadas principalmente en diferentes entornos empresariales.
Y obviamente en lo referido a la servidumbre aérea del aeropuerto, dependiendo del uso, la zona de seguridad estará entre 8 y 15 kilómetros de distancia como norma general. También hay un área de seguridad por el aeródromo de Catral, que viene conformada por un círculo desde su punto de referencia y radio de 8 kilómetros, afectando a la zona Oeste del término municipal de Elche. En este punto, el Cuerpo de Policía Local de Elche establecerá con el aeródromo de Catral un procedimiento de coordinación adecuado en relación a su área de seguridad.
Con todo, con el resto de las áreas restringidas, desde el propio Aeropuerto Alicante-Elche hasta el Estado Mayor del Aire, pasando por las infraestructuras críticas (las industriales mencionadas) o naturales, la policía tendrá que convenir con los responsables de las otras administraciones o instituciones, bajo qué términos excepcionales se pueden hacer los vuelos o fotografías pertinentes. Por último, y en caso de emergencias justificadas o posibles catástrofes, la Policía Local se reserva la posibilidad de actuar de urgencia sin previo permiso o de forma subsidiaria.