ALICANTE. Las aguas bajan revueltas en Ciudadanos en general, y en la Comunitat Valenciana, todavía más. El sector crítico quiere dimisiones, tanto en Madrid, como en la Comunitat, por el descalabro en las elecciones andaluzas, en el que el partido naranja ha pasado de 21 diputados a cero representantes. En el caso de la organización valenciana se da la circunstancia de que recientemente se han producido cambios en el comité provincial de Alicante, con la destitución de Javier Gutiérrez, César Martínez y Chechu Herrero, con lo que las miradas se dirigen hacia la coordinadora autonómica, María Muñoz y la responsable de Organización, Teresa Ortiz.
Esa es, al parecer, la primera exigencia. Todavía no se ha planteado nada más en foros públicos. Otra cosa es que en foro internos, como ya publicara Alicante Plaza, se aborde si el futuro de la organización debe ir ligado a otra marca electoral, como es el PP y que esa hipotética coalición se pudiera hacer por territorios. Las elecciones de Andalucía iban a marcar un punto de inflexión en ese sentido. De haber logrado representación, las aguas se hubieran calmado, y los cargos y dirigentes de Cs hubieran afrontado el futuro más inmediato con mayor optimismo. No obstante, el fracaso de Cs en Andalucía abre, de nuevo, el debate sobre cuál debe ser el futuro del partido, si solo, conjunto o con otra nomenclatura y quién sabe, si con otros dirigentes.
No sería descartable que una parte del sector crítico a nivel de todo el país pidiera la convocatoria de un congreso extraordinario para provocar esos cambios. De momento, la dirección se ha dado una semana para digerir los malos resultados. En todo caso, la cita en la que se plantearían medidas de mayor calado, como la convocatoria de un congreso extraordinario, podía producirse el 27 de junio, día para el que está convocado el Consejo General de Cs, máximo órgano entre congresos.
En el caso de la Comunitat, al resquemor de Andalucía, se suma la discrepancia que existe en el seno de Cs sobre la respuesta que el partido dio a la moción de censura de Orihuela, que todavía colea, lo que ha generado acusaciones cruzadas.
La síndica de Cs en Les Corts, Ruth Merino, confió este lunes en que su partido tendrá tiempo de "buscar soluciones" a sus malos resultados de las últimas elecciones andaluzas antes de los comicios valencianos de 2023. "Esta vuelta al bipartidismo de toda la vida no es buena", avisó. Merino reconoció a los periodistas que los de las elecciones andaluzas eran unos resultados "muy malos" y que los 'naranjas' no han sido capaces de convencer a los votantes, ya que han optado por echarles del Parlamento de Andalucía y hacerles perder 21 escaños. Eso sí, recordó que queda un año para las elecciones a la Generalitat y que en breve habrá una reunión de la ejecutiva permanente de Cs en Madrid para "reflexionar" y tomar las decisiones necesarias. En todo caso, se mostró convencida de la utilidad de su partido para la gente que no se identifique "ni con los conservadores ni con los socialdemócratas", por lo que llamó a los suyos a ser capaces de trasladarlo para "estar presentes" en las próximas elecciones.
Y es que, según advirtió la portavoz, volver al bipartidismo haría a PP y PSOE incurrir en "conductas no deseables" y les llevaría a alternarse en los gobiernos. "Queda un año, por mi parte voy a trabajar que para eso nos pagan", concluyó.
Por su parte, la vicealcaldesa de Alicante y edil de Turismo, Mari Carmen Sánchez, reclamó, abiertamente, este lunes, la apertura de "un proceso de reflexión interna" en el que se adopten "las decisiones que no se han tomado hasta ahora y que cada vez resulta más evidente que son necesarias". "Si alguien se rompe una pierna, no puede continuar andando sin más, necesita la intervención de un médico", enfatizó. Además, señaló que ese proceso de reflexión debe ser "profundo" y extenderse no solo a la dirección nacional del partido, sino también a otros ámbitos como el autonómico. "Juan Marín ha hecho una campaña magnífica y ha obtenido los resultados que ha obtenido, pero no por una cuestión de responsabilidad personal, y aun así, ha anunciado su decisión de dar un paso a un lado; es hora de que otros responsables nacionales y autonómicos tomen decisiones esa línea para no perjudicar a los que nos estamos batiendo el cobre todos los días desde el ámbito municipal para levantar las siglas del partido", insistió.
En paralelo, un grupo de cerca de 90 cargos y representantes institucionales del partido en la provincia de Alicante celebraron finalmente este domingo una comida con el fin de seguir la evolución de las elecciones andaluzas, según apuntaron fuentes del partido. A la cita acudieron concejales de prácticamente todos los municipios en los que Cs cuenta con representación, a excepción de miembros de las corporaciones de Orihuela y El Campello, según las mismas fuentes. No obstante, otros representantes del partido reducen la participación en la comida a 67 personas entre las que figurarían cargos de confianza, militantes y sus respectivas parejas, con lo que el número de cargos institucionales se rebajaría a 22.