Acceso a las salas de los multicines del centro comercial Panoramis, en una imagen promocionalALICANTE. El empresario alicantino Juan Carlos Ramírez, que se adjudicó en subasta judicial la concesión del centro comercial Panoramis tras la liquidación de su anterior propietario, Marina de Poniente (cuyo máximo accionista era el socio de Ramírez en el Hércules, Enrique Ortiz), se está encontrando con más problemas de los previstos para dejar el edificio libre de inquilinos. La oferta de Ramírez, a través de su sociedad Medimotors, siempre pasó por quedarse el edificio libre de cargas, y como tal fue aceptada por la Autoridad Portuaria y el juez del concurso.
No obstante, los inquilinos del centro (apenas tres) se resisten, como cabía esperar, a abandonar sus instalaciones. Según ha podido confirmar Alicante Plaza, tanto los multicines Panoramis, explotados por la mercantil madrileña Kinal 56, como el gimnasio de la cadena Holiday Gym se han opuesto a la rescisión de los contratos en el marco del concurso de acreedores. El propio Ramírez, a preguntas de este diario, confirmó que las dos empresas han presentado incidentes concursales para oponerse a la revocación de los alquileres, que ya ha sido propuesta por el administrador.
"Ahora mismo están como ocupas", indicó gráficamente el empresario, que confía en que el juez termine rechazando las alegaciones de las mercantiles afectadas y decretando el lanzamiento. No obstante, el plazo para que se llegue a la rescisión por vía judicial puede alargarse, por lo que Ramírez también está intentando llegar a un acuerdo con sus inquilinos para que abandonen voluntariamente el centro comercial. En este sentido, parece que Holiday Gym estaría más cerca de aceptar ese acuerdo, mientras los multicines son más reacios, según las fuentes consultadas. En cuanto al restaurante Foster's Hollywood, se inclinaría también por abandonar el centro sin pleitear.
La salida de todos los inquilinos es clave para que el empresario alicantino pueda llevar a cabo su proyecto en el centro comercial, cuya concesión se adjudicó cubriendo los 1,6 millones de deuda que Marina de Poniente mantenía con la Autoridad Portuaria por el impago del canon durante los últimos años. De momento, Ramírez ha avalado dicha cantidad, pero el pago aún no se ha hecho efectivo, y todo indica que se apurará el plazo (hasta enero). El empresario espera que más o menos en ese plazo la Sociedad Proyectos Temáticos (SPTCV) dé una respuesta a su oferta de albergar en el centro comercial parte del Distrito Digital que impulsa el Consell en Alicante.
Como desveló este miércoles Alicante Plaza, Proyectos Temáticos ha encargado a un despacho de arquitectos la elaboración de un estudio sobre las opciones de construir otro centro para el Distrito Digital justo a espaldas del centro comercial que les ofrece Ramírez (que incluso solicitó cambiar la concesión portuaria para que el edificio pueda albergar oficinas) para el mismo fin. Una suerte de 'bala en la recámara' que no supone descartar por el momento la oferta del empresario, aunque parece indicar que el Consell busca otras alternativas en el mismo puerto al complejo de ocio.
En este sentido, la SPTCV encomendó un estudio para evaluar si el edificio podría adaptarse a las necesidades y requisitos de las empresas del Distrito y concretar el coste de posibles reformas. Hasta el momento, ese estudio sigue en elaboración aunque se prevé contar con sus conclusiones antes de termine el ejercicio en curso.
Mientras, el empresario sigue dando pasos para asumir la gestión del centro, y según explicó en declaraciones a este diario, ha cedido la concesión a la sociedad de nueva creación Digital Corner SL. En realidad, se trata de una sociedad patrimonial del mismo Ramírez, recién creada, que se encargará de asumir la explotación del centro comercial para diferenciar esta actividad de la propia de Medimotors, centrada en la explotación de concesionarios de la marca Toyota.
La operación tiene el visto bueno de la Autoridad Portuaria, según confirmaron las fuentes consultadas, precisamente porque el propietario de la nueva mercantil es el mismo adjudicatario inicial. De no ser así, el puerto habría vetado la cesión, dado que en los dos primeros años desde su adjudicación no está permitido traspasarla. A partir de ese plazo, se puede ceder con el visto bueno previo de la Autoridad Portuaria.
