ALICANTE (EFE).- Los catorce jóvenes antifascistas de Pego acusados de altercados con un grupo de extrema derecha que acabaron con seis guardias civiles lesionados han visto reducidas sus penas tras alcanzar un acuerdo de conformidad con la fiscalía y las acusaciones.
Ninguno de ellos tendrá la obligación de entrar en prisión al haber sido condenados a penas que suman menos de dos años de cárcel, si bien los procesados han admitido los hechos. De esta forma, los acusados han conseguido que la fiscalía redujera sus demandas, que oscilaban entre los cuatro años y nueve meses y los siete años y once meses de prisión, hasta los nueves meses como máximo para un solo acusado, según ha confirmado una de los abogados defensores.
En sentencia dictada in voce por la Sección Décima de la Audiencia de Alicante se fijan penas de cárcel de 6 meses y un día, tres meses y un día, y un mes y 16 días para los delitos de desorden público, atentado contra agentes de la autoridad y lesiones menos graves, respectivamente.
A estas penas se suman cuatro delitos leves de lesiones con una multa de un mes a tres euros al día, lo que hace un montate total de 90 euros, y dos delitos por falta de respeto y consideración a la autoridad con la misma pena. Además han sido condenados a indemnizar a los seis agentes de la Guardia Civil con un total de 6.000 euros, cantidad que ya había sido abonada antes de la vista.
Una de las abogadas de la defensa, María Josep Martínez, ha celebrado la reducción, aunque ha expresado que se trata de una condena "agridulce" porque consideran que "tampoco es justo una sentencia condenatoria en este caso".
Martínez además ha puntualizado que esta rebaja evidencia lo "exagerada y abultada que ha sido la acusación durante estos 4 años en los que a estos 14 jóvenes les han pedido hasta 8 años de prisión".
En el mismo sentido, otro de los letrados de la defensa, Andreu Moreno, ha afirmado que "son unos hechos muy discutibles, pero la idea era evitar, en todo caso, la posible entrada en prisión" porque también supone "acabar con todo este proceso que ha durado cuatro años".
Los hechos ocurrieron el pasado 18 de octubre de 2020 cuando una treintena de aficionados ultras vinculados al CF Gandia se movilizaron hasta el municipio de Pego, donde, durante la previa al encuentro, comenzaron a realizar cánticos nazis, profiriendo supuestas amenazas y colocando pegatinas fascistas por sus calles.
Según ha informado el Ministerio Fiscal, tras el encuentro, un grupo de unos cien seguidores del equipo local, entre los que se encontraban los procesados, se enfrentó contra los aficionados visitantes que serían de una ideología política distinta a la de los encausados.
Sobre las nueve de la noche, horas después del inicio del partido, llegaron agentes de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Guardia Civil de Alicante y, según el relato que hace la Fiscalía, los procesados, junto al resto de concentrados que no han podido ser identificados, comenzaron a lanzarles objetos como piedras, adoquines, botellas de cristal o tapas de alcantarilla hiriendo a seis oficiales.