ALICANTE. ¿Qué hacer con los edificios de los antiguos talleres de FGV situados junto a la Estación de la Marina? Ese es el debate en el que se hallan inmersos -y no sin cierta controversia- la Conselleria de Obras Públicas y el Ayuntamiento de Alicante, justo en el momento en el que se está concretando la redacción de su proyecto de rehabilitación con el fin de rescatarlos para uso público. Se trata de un conjunto formado por cinco edificios en el entorno de la propia estación que se utilizaron como cocheras, como almacenes y como centro de reparaciones hasta que se produjo el traslado de todos esos servicios a los nuevos talleres situados en El Campello, en el año 2007.
Desde entonces, los cinco inmuebles han permanecido vacíos y en desuso. De ahí que la Conselleria de Obras Públicas abogase en 2020 por impulsar su recuperación arquitectónica como parte de una propuesta de reurbanización del entorno de la estación que permitiese conectar e integrar la Estación de La Marina con el paseo marítimo, con una actuación en la que se incluyese la creación de una zona verde a modo de prolongación del paseo de Gómiz.
Como informó Alicante Plaza, el diseño de ese proyecto de rehabilitación se encomendó en julio de 2021 a la UTE compuesta por CPS Infraestructuras Movilidad y Medio Ambiente, S.L., Tomas Llavador Arquitectos E Ingenieros, S.L. e Ibim Building Twice, S.L. por un presupuesto de 483.034,95 euros, IVA incluido. Esa tarea estaría todavía en proceso, aunque en su última fase de definición, según fuentes consultadas.
No obstante, todavía no se ha concretado cuál puede ser el destino definitivo de ese conjunto de edificios. Es más, las últimas manifestaciones públicas facilitadas por el titular de Obras Públicas, Arcadi España, en una entrevista concedida a Radio Alicante este miércoles han llegado a generar dudas sobre su propia supervivencia. El responsable autonómico apuntó la posibilidad de que algunos de esos edificios pudiesen ser derribados para generar una zona verde más amplia y dotar de mayor permeabilidad al conjunto del espacio. Se trataría de una modificación respecto al planteamiento que se había dado a conocer hasta ahora, por el que se abogaba por recuperar esas naves para que pudiesen albergar usos museísticos o culturales, y no solo el antiguo taller.
De hecho, portavoces oficiales de la propia conselleria apuntaron, a consulta de este diario, que la inspección técnica y proyecto de rehabilitación del complejo arquitectónico está en marcha e incluye todos los edificios del complejo, no solo el antiguo taller, por lo que solo se estaría barajando demoler alguna instalación concreta, de pequeño tamaño, a la que no se le pudiera dar uso, con propósito de abrir el espacio al paseo marítimo.
Lo cierto es que la hipótesis de abordar una posible demolición tendría que solventar un contratiempo previo: el de su descatalogación. Cuatro de esos cinco edificios están incluidos en la ficha de la propia Estación de La Marina incluida en el catálogo de protecciones de Alicante, aprobado provisionalmente por el pleno en septiembre de 2020. En esa ficha (la C257 BC) se plantea la conservación ambiental de esas naves (como ya sucedía en la propuesta de catálogo de 2017 que no llegó a aprobarse), lo que implica el respeto de sus fachadas. Es decir, que no se podría llevar a cabo su derribo salvo que se produjese una rectificación del contenido de esa ficha. En principio, la propia conselleria podría instar a que se produjese esa modificación si lo resultase conveniente, según fuentes consultadas.
En cualquier caso, esa posibilidad no encaja con la propuesta alternativa que maneja el Ayuntamiento. Como informó este diario, el edil de Urbanismo, Adrián Santos Pérez (Ciudadanos), ya ha elevado una petición de cesión sobre el conjunto de esos edificios -en representación del equipo de gobierno- con el fin de poder destinar esos inmuebles a usos culturales o deportivos. ¿De qué tipo de usos se trataría? Según concretó el regidor, a consulta de este diario, al tratarse de edificios con techos altos podrían acondicionarse como espacio de ensayo para las artes escénicas, como salas expositivas o como sede de la escuela municipal de náutica por su cercanía al mar, por ejemplo. "Incluso se podría concesionar alguno de esos espacios para situar una cafetería que convirtiese el entorno en un complejo lúdico cultural", apuntó. "Al final, sería aprovechar esos edificios que están en buen estado para rentabilizarlos, porque no andamos sobrados de sedes en los que poder situar dependencias municipales", aseguró.
Así, añadió que ya se ha solicitado una reunión con responsables de la conselleria para tratar de conocer el proyecto de rehabilitación e integración de todo el entorno con el resto del paseo y poder exponer ese planteamiento de recuperación para uso público, con el propósito de evitar que esas naves acaben derribándose. Entre otros puntos, según recalcó , porque "ya existe espacio suficiente como para crear una amplia zona verde conservando esas naves".