ALICANTE. Cinco de los aspirantes a la Alcaldía de Alicante de los partidos representados en la actual corporación municipal (todos salvo la representante de Vox, Carmen Robledillo, que había declinado la propuesta de participación) cierran su primer debate electoral organizado por Radio Alicante Cadena Ser con una contraposición de mensajes entre los bloques del centro derecha y del eje progresista. A grandes rasgos, el intercambio de balances y propuestas ha girado en torno a las referencias a los avances en la planificación por el futuro de la ciudad, que han defendido tanto el actual alcalde, Luis Barcala (PP), como el concejal de Urbanismo, Adrián Santos Pérez (Ciudadanos) y las críticas sobre la supuesta parálisis en la gestión municipal durante estos últimos cuatro años bajo gobierno de PP y Cs atribuida por los candidatos de PSOE, Unides per Alacant y Compromís, Ana Barceló, Manolo Copé y Rafa Mas, respectivamente.
Los cinco han expuesto sus distintas perspectivas sobre el balance del último mandato y han contrapuesto sus respectivas recetas en un intercambio de discursos que se ha prolongado durante una hora y media en el que ha primado la cordialidad, sin estridencias ni ataques personales, aunque -fundamentalmente en las intervenciones de Copé y Más- sí se ha tratado de introducir el argumento de la presunta corrupción en alusión a las diligencias por un supuesto delito de prevaricación abiertas por el Juzgado de Instrucción Número 9 sobre los contratos menores concertados por las concejalías de Partidas Rurales e Infraestructuras.
Por el eje progresista, Copé y Más han sido los más incisivos a la hora de desmenuzar el estado de la ciudad tras los últimos cuatro años del primer bipartito de centro derecha de la historia de la ciudad, con continuas referencias a los problemas de limpieza señalados por otra encuesta de la OCU y al bloqueo sobre las políticas del Consell del Botànic, así como la falta de participación ciudadana en la toma de decisiones, mientras que Barceló -que también ha recriminado inacción a la dupla compuesta por PP y Cs- ha abogado por plantear un nuevo modelo social basado en la defensa de los servicios públicos del Estado del Bienestar y en defender propuestas como la creación de un parque empresarial de 3 millones de metros cuadrados en el entorno del Llano del Espartal.
Por el centro-derecha, Santos Pérez ha defendido el papel esencial de Cs como generador de consensos en los procesos de transformación de la ciudad que, según ha destacado, ya ha supuesto la puesta en marcha de inversiones por 50 millones, al tiempo que ha ensalzado "la valentía" de los ediles de su partido a la hora de planificar y tomar decisiones en beneficio de la ciudad. Barcala, por su parte, ha tirado de hoja de servicios para exhibir el listado de lo que ha presentado como logros. Entre ellos, ha enumerado la concesión de hasta 17 millones en ayudas directas para paliar las necesidades generadas por la pandemia del coronavirus, la renovación de las grandes contratas de servicios (transporte, limpieza viaria, limpieza de colegios y conservación de zonas verdes) o el impulso de propuestas para dinamizar la economía y captar nuevas empresas con una actuación coordinada entre la estrategia municipal Alicante Futura con Distrito Digital y Cenid.
Gran parte del debate ha girado en torno a la transformación del modelo urbanístico, en el que se ha vuelto a plantear la necesidad de que la ciudad "mire al mar", según ha defendido Santos Pérez, con el desarrollo de un proyecto de reconversión del frente litoral que ya se planteó durante la campaña electoral de 2019. Y también sobre la necesidad de reequilibrar los barrios con la dotación de los mismos servicios públicos. Ese ha sido, de hecho, uno de los elementos centrales del debate compartido por el conjunto de candidatos, aunque sin que haya fraguado ninguna propuesta de pacto específico que pudiera ser asumido por el conjunto de partidos.
Los cinco candidatos han eludido alusiones a posibles pactos tras el 28M y solo Barcala 'se ha salido del guión' al pedir el voto a los electores socialistas
De hecho, por no haber, no ha habido guiños ni gestos entre los cinco alcaldables que pudiesen atisbar un posible ofrecimiento para formar alianzas tras el día de la votación, pese a la sintonía demostrada en algunas de las propuestas planteadas entre los representantes de las formaciones progresistas y entre los dos actuales socios de gobierno.
En realidad, cada candidato ha tratado de jugar sus bazas para movilizar a sus bases, a sus partidarios y, en todo caso, a posibles descontentos entre votantes de otros partidos con el propósito de recabar el mayor apoyo posible en la cita del 28M. En ese objetivo, incluso Barcala ha zanjado su intervención final -concebida para pedir el voto, según el reparto de bloques temáticos planteado por la organización- solicitando el voto de los ciudadanos que pudieron haber votado al PSOE durante los comicios de hace cuatro años con el fin de ensanchar el número de apoyos.
Esas han sido las líneas esenciales del cruce de propuestas, al margen del silencio por incomparecencia de la candidata de Vox, que habría rechazado participar en el debate tras el ofrecimiento que se formuló en el mes de noviembre y que habría planteado la posibilidad alternativa de que se contase con la intervención del número dos de la lista y actual portavoz municipal, Mario Ortolá, según ha explicado el periodista y moderador del debate, Carlos Arcaya, en su apertura.
Alicante Plaza publicará en su edición de este martes un análisis pormenorizado del desenlace del debate.