Entramos en 2020 pensando que estrenamos año. Con propósitos de año nuevo, muchas ilusiones, deseos por realizar y pensando que todo es nuevo, el mes, el año, la década, (la década para ser exactos empezará en 2021). Todo es, o al menos parece, a estrenar, pero es una ilusión.
Lo mismo hemos pensado estos últimos años respecto a la política local. Todo es nuevo: Gobiernos de coalición por primera vez, división en los partidos, expulsiones, concejales que se pasan de un partido a otro, el Altet que se quiere ir…
Un amigo habla siempre de la importancia de la memoria periodística. Los jóvenes han de tirar de hemeroteca, o Google y los menos jóvenes debemos intentar echar la vista atrás y recordar.
El PSOE ha gobernado en coalición en Elche en otras épocas, con Esquerra Unida, y con Compromís. Los partidos políticos mayoritarios, especialmente el PP, han vivido años y años de convulsión, con insultos y condenas en los tribunales, expulsiones del partido y más. El PSOE también ha tenido sus cosas, pero las llevan más “para adentro”. Otro día de recuerdos contaré la casi moción de censura de nochebuena 2008 de la concejala socialista que hicieron creer que se iba de eurodiputada a Estrasburgo y cuando dejó el acta desapareció de la candidatura.
Ahora, en 2020 es el turno de Ciudadanos. El año va a empezar con el portavoz y candidato a la alcaldía sin partido. Eduardo García-Ontiveros ha sido expulsado por no hacer caso a la dirección y nombrar persona de confianza a quien quiso y no a quien le dijeron. (Esa es la punta del iceberg, siempre hay de fondo mucha más plancha).
Ciudadanos le ha reclamado el acta y el concejal se ha negado. Bien hecho porque la legislación española, de manera poco lógica, también lo tengo que decir, obliga a los candidatos y candidatas a presentarse a través de un partido político o una agrupación de electores.Sin embargo, el acta no es del partido, es de la persona con nombre y DNI que la obtuvo. Por eso ni Ontiveros ni casi nadie la entrega. (Lo de Pedro Sánchez y su dimisión como diputado, o Errejón, han sido grandes y valoradas excepciones).
En otras época ya vivimos una situación similar en el ayuntamiento de Elche. Me acuerdo de Antonio Valero, ya fallecido, concejal del Partido Popular, persona de confianza de Manuel Ortuño y que fue expulsado del partido. Firmaba las mociones así, como “concejal no adscrito circunstancialmente expulsado del Partido Popular”. Hasta Manuel Ortuño también fue expulsado y montó un partido, AP, no Alianza Popular, uno nuevo, Agrupación Popular, ( menudo guiño se marcó el veterano político), que consiguió 2.706 votos, que fueron casi los que le faltaron al PP aquel año 2007 para poder gobernar. Empataron PP y PSOE a 13 concejales y desempató Esquerra Unida con Àngels Candela que le dio la alcaldía a Alejandro Soler.
Pero volviendo a concejales expulsados, El PSOE le dioa Antonio Valero cuando fue expulsado, despacho y sueldo de dedicación exclusiva. Ahora estos sueldos están más caros, ya que hay muchos más partidos en el arco municipal y la política se ha puesto más seria con los tránsfugas o expulsados.
No creo que el gobierno local se atreva a darle ahora a Ontiveros muchos lujos, cuando pase a ser no adscrito, al menos cara a la galería. Bajo manga la realidad será otra.
En la anterior legislatura ya lo hicieron con los tres ediles de Ciudadanos, que gozaron de buenos despachos y buenos teléfonos móviles, además de algún medio asesor camuflado en deportes e invitaciones a reuniones además de otras deferencias que a veces parecían del equipo de gobierno. Entonces los necesitaban para sacar adelante el presupuesto, PSOE, Compromís y Pareja no tenían los ediles suficientes.
A Valero lo mimaron también por lo mismo, por si lo necesitaban. A Ontiveros, de momento, no lo necesitan, pero si algo caracteriza a Carlos González es lo prudente y previsor que es. Le hará manitas bajo la mesa al exciudadano y éste se las cogerá. Ya se le vio en el último pleno, el de los presupuestos, votando en contra pero “tendiendo la mano”en un enrevesado argumento que se le veía venir.
El año empieza con novedades pero no son situaciones nuevas. Vamos a ver como acaba la historia, que en este caso ya empezó mal, cuando en vez de poner a Eva Crisol de cabeza de lista, Ciudadanos, en un no se qué extraño, optó por el desconocido abogado que se enteró por la prensa, de hecho por mi, de que era el candidato a la alcaldía.