En la Sala el Cub del MUA hasta el 12 de enero

Lo nuevo del escultor burgalés Frutos María: un mar de madera con objetivo sostenible

29/12/2019 - 

ALICANTE. Maderas arañadas por el oleaje recién salidas del mar, desgastadas por sus años de vida. Del germen de los restos marinos que son rescatados nace precisamente ‘Acero y pecios del mar’, una muestra del escultor burgalés afincado en Alicante Frutos María que puede visitarse en la Sala el Cub del MUA, el Museo de la Universidad de Alicante, hasta el próximo 12 de enero.

“Hay muchas cosas que se tiran al mar y que no deberían acabar allí, tenemos que ser conscientes de que es malo para la fauna y los humanos. De chapas oxidadas y lonas, por ejemplo, yo hago obras de arte”. Bajo el pretexto de lo que el autor ha denominado “Nueva Vida”, cumple así con el primer objetivo de su exposición, comisariada por Julia Sáez-Angulo. “Entre los pecios marinos hay maderas, hierros, cuerdas, arpillera… Ese deterioro tan desgarrador, fruto de la bravura del oleaje del mar, no hace sino enriquecer estas materias que recupero como germen de mis obras”. De hecho, maderas carcomidas que se rejuvenecen tras pasar cinco años en agua de mar son parte de las obras que se exponen, del singular proceso creativo. Una propuesta, sin duda, que cumple con el objetivo sostenible. “Tengo hasta 137 obras en esta serie, en treinta y cinco años; no es la primera vez que indago en este tema”, asegura el creador de Burgos. Una alerta, a través de este arte, del peligro emergente de la plastificación de los océanos. “Cada vez encuentro materiales menos naturales y más sintéticos, como bolsas”. La solución, aunque pueda sonar contradictoria para Frutos, pasa por no tirar estos elementos al mar. “Lo que tiene que hacer el que no sepa recoger después estos materiales y convertirlos en obras de arte es, por lo menos, no tirarlos al mar”.

La muestra añade una segunda colección a la de los restos de pecios marinos: una serie de obras en acero “en las que permanece la arquitectura”. Una veintena de obras, por cada una de las dos series -cuarenta en total-, las que se exhiben en el MUA. “Los artistas modernos trabajan con tableros aglomerados que compran de IKEA, que no valen nada, al lado de los que estamos tirando”. Frutos María cuenta actualmente con otros proyectos, desde Madrid, con cerca de diez propuestas, y otro par en la ciudad de Nueva York. Afincado en Alicante desde hace treinta y seis años por asuntos familiares, tiene claro que aquí se queda. Un viaje que le ha permitido perfilar ese lenguaje “rupturista y revolucionario” que caracteriza sus obras de arte. Esta ‘nueva vida’, por tanto, con la que dignifica el mar que le espera a la puerta de su casa, que enriquece y aporta resistencia a unos materiales, unas maderas, con mucho que contar, todavía. Su poética “de libertad y grandeza”, que contribuye a esa necesidad tan fundamental que es la limpieza del medio marino, visitable hasta el 12 de enero de 2020. 

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