tribuna libre / OPINIÓN

Llopis necesita ayuda

13/02/2021 - 

La sra. Llopis se levantó de su escaño, se giró hacia atrás y espetó: "Veo muchos expertos en Educación aquí". Acababa de empezar su mandato. Supongo que ella estaba muy segura de que entre los  restantes concejales no había algún experto en esta área de conocimiento. La ignorancia sumada a la arrogancia es como una bicicleta de piñón fijo. El caso es que -por mera curiosidad- nos preocupamos por saber en qué campo educativo era nuestra nueva y flamante concejala, si en didáctica, metodología, pedagogía; Enseñanzas Artísticas Especiales y Superiores, Pedagogía Terapéutica… El caso es que lo único que sabíamos por la web ella había sido presidenta de una asociación de madres y padres, lo cual no deja de ser ser una dedicación encomiable, pero no una disciplina educativa, siquiera en el campo de la Enseñanza Privada. De la sra. Llopis solo nos consta eso y que ha sido administrativa en el pasado. No hemos encontrado a nadie acreditado en Educación por haber ejercido tal profesión. Y sobre todo, pasado este tiempo y conociéndola mejor, no dudamos de sus grandes habilidades sociales para haber ejercido como representante familiar ante las instituciones educativas. Y no es que yo reclame que la concejala de Educación haya de ser doctora en Psicopedagogía, lo que se debe reclamar en su caso es que cumpla con su cometido, no presuma de lo que no demuestra y dé pruebas de, al menos, tener modales antes sus pares y ante el resto de la ciudadanía, una asignatura que tiene aún pendiente.

En los siguientes plenos durante este año y medio ha seguido dando muestras de su humildad sacando un papel con un dibujo de un cero para entregárselo a algún concejal como si fuera un escolar (la sra. Llopis parece no saber que a los escolares hace añares que no se les pone ceros), ha reiterado en otros plenos que ella "iba a dar lecciones de Educación" a los concejales, o  que se disponía a "darles clase". Sin contar con su famosa frase repetida de "qué mala es la ignorancia". Cuánta razón, sra. Llopis, cuánta razón: malísima.

En el resto de plenos suele decir cosas a veces poco inteligibles, y el resto del tiempo se jacta de trabajar mucho. Yo no pongo en duda que la sra. Llopis trabaje mucho, es más, estoy convencido de que ella necesita trabajar mucho. Hay quien en un par de minutos despacha un problema, da con una solución, y hay personas que necesitan días, meses y hasta un mandato completo. Y llegado a ese plazo, tampoco hay garantía de que su ímprobo y hercúleo trabajo vaya servir de algo. Estoy seguro de que la sra. Llopis se ve cada mañana a sí misma ante una colosal cumbre que ha de ascender sin apoyo, mientras que hay personas para las que simplemente se ven ante un pequeño montón fácil de superar. Habría que ser, por tanto, sensible a este hecho y, además, buscar algún tipo de solución, del mismo modo que en la ESO están contempladas modificaciones curriculares adaptativas para quien proponga el claustro. Aquí valoro la actitud del alcalde en la reprobación virtual a Llopis, que la jaleó y la animó tan desaforadamente que entre sus epítetos había un tufo de condescendencia que la sra. Llopis no merece, sostengo.

De todos modos, yo no soy experto en pedagogía. Yo solo soy un profesor, un docente que publicó con no menos esfuerzo que ilusión un libro de texto para la asignatura de Literatura y ha dado clases también en un máster de la UA para docentes. Nada más. No puedo ayudarla, pues. Llopis necesita un especialista. Tampoco soy psicólogo. Solo he cursado una asignatura de psicología en mi licenciatura, y vagamente recuerdo que cuando una persona teme ser herida y se siente inferior a los demás puede desarrollar una imagen con la que mostrarse al mundo de manera segura. Probablemente lo hacen por miedo a mostrar sus puntos débiles y ser heridos.

Y ciertamente, la oposición nunca ha pretendido herir a nuestra titular en Educación, simplemente nos dedicamos a hacer la crítica que nos corresponde.

La primera concejala de Educación de Luis Barcala fue María del Carmen de España. En un año, mientras pequeñas poblaciones de unas decenas de miles de habitantes gestionaban una decena de millones de euros, de España gestionó cero euros. De España dejó a la sra. Llopis este páramo. A continuación, la consigna de no mover un euro para acusar dentro de dos años a la conselleria de no hacer nada en Alicante ha sido tan burda como infantil.

Ya no estamos en los tiempos en los que Ciegsa nos supuso 1500 millones de sobrecosto y aquí no ha pasado nada. Barcala intentó poner un dique en las necesidades de los centros públicos hasta este mes pasado se septiembre y les salió rana. La Canyada, El Somni, Lo Morant y otros etcéteras le han explotado en la cara a Barcala & Llopis. Del Ayuntamiento salió un oficio renunciando a gestionar la construcción de El Somni. Cuando lo denuncié en el pleno, Barcala amenazó con que tenía que demostrarlo. Solicitamos el expediente a Registro y, qué casualidad, nos envían todo menos ese oficio. Y luego Barcala se queja de que le llamen cacique.

Finalmente, la conselleria anuncia un plan para arreglar los centros educativos de treinta millones, que supondrá un 40% de las necesidades tras una reunión con la sra. Llopis (ella, famosa por intervenir en esas reuniones solo para hablar de la Concertada; ella, la que dijo que la concertada no necesitaba ayuda). Hace dos días dije en un artículo que seguramente necesitábamos sesenta millones para arreglos en nuestros centros tras la desidia de años del PP. Me equivoqué. Esos millones solo son para el 40% de los arreglos sin contar con las nuevas edificaciones. Para llegar a arreglar todos y construir los nuevos posiblemente superemos los 150 millones, que es el 10% de los sobrecosto del PP en su empresa de construcción de centros educativos. Sobrecosto que aún estamos pagando a final de mes.

Así es como nos ha dejado el PP el parque de centros educativos públicos en nuestra ciudad, y además llevamos años de retraso con respecto al resto de la Comunidad Valenciana, en una ruina absoluta de la que hasta ahora no se ha querido hacer cargo Barcala. Ha tenido que actuar la Conselleria d’Educació para ponerle el lápiz en la mano a Llopis y que empiece a progresar adecuadamente. Hay que echar una mano a quien necesita ayuda.

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