MURCIA. "Nunca es demasiado tarde para aprender algo nuevo", explica Anneli Furmark, autora de Llévame contigo, novela gráfica editada en español por Blackie Books y con la traducción de Alba Pagán. Para la autora el tema del libro es este: el aprendizaje, que reside en conocerse a uno mismo en todos los aspectos. Para ello se necesitan dos protagonistas: Elise y Dagmar, dos mujeres adultas que a través de un breve cruce de miradas se plantean sus vidas, sus matrimonios y si sería posible que se gustaran entre las dos. Sin hacer mucho spoiler, sí lo es, pero es el camino hasta esa realización lo que compone la historia completa, que se cuenta a través de la intimidad de sus mensajes, lo que le cuentan a sus respectivas parejas y las escapadas que hacen a ciertos hoteles para verse.
La autora descubre en su relato una historia de fidelidad, de amor y de descubrimiento sexual que se libera de todas las miradas externas que lo juzgan. Todo ello se hace con la sinceridad más pura, transformando lo que era el diario de vida de Furmark en un relato completo, gracias al consejo de una muy buena amiga. Cuenta Furmark que el libro se compone, en parte, de esas pequeñas ideas que tenía anotadas sobre su vida, a modo diario, y que se convierte a día de hoy en una historia que se puede leer alrededor de todo el mundo: “El salto de que consideres la historia como un libro hace que dejes de verlo todo como un diario, ahí es cuando tienes que ir aportando las cosas nuevas”.
Una parte de la realidad de la novela la aporta el sexo, que sirve en cierto modo de hilo conductor del relato. Furmark confiesa que “si hablar de sexo ya resulta complicado, cabe imaginar lo que lo es dibujarlo”, esa expresión tan gráfica puede resultar violenta para según que lectores. Finalmente lo que hace es expresarlo todo por metáforas, como puede ser el viaje a un parque de atracciones o la ropa que cae sobre la cama: “Las personas de 50 y 60 años tienen sexo también, no es algo que nos debiera sorprender a estas alturas. Es una parte importante del relato cuando hablamos de intimidad y pasión”, explica la autora, cuyo truco es escribir y a la vez dibujar, de tal forma que “van surgiendo las cosas de la forma más natural y paralela”.
Lo que hace la novela, también, es centrarse en las propias vueltas que da la vida, y como los pequeños cambios suelen verse a veces como dificultades: “Es como cuando te va todo bien y de repente pasa algo, en este caso lo que pasa es que se juzga mucho sobre estos inconvenientes que nos rodean”, comenta la autora, quien huye constantemente del juicio externo para que las protagonistas avancen en su amor. De hecho, se podría decir que lo que más sorprende del relato es como las protagonistas contemplan como progresa la relación, pero en ningún momento se plantean que el replanteamiento de la sexualidad a una edad adulta sea uno de los inconvenientes, antes lo sería tener que dejar a sus maridos por algo más bien parecido a una infidelidad. Es por ello que Furmark remarca que el libro “habla sobre los cambios grandes en la vida”, incluyendo en estos un discurso sobre la comunidad LGBTI: “No se trata tanto de un libro activista", aunque acaba siéndolo sin quererlo, pero para ella "versa más bien sobre una historia real".
El foco de todo está en cuando se cree que se ha alcanzado la madurez de Elise y Dagmar. Volvemos a ver a las protagonistas deseando recibir un mensaje la una de la otra y aguardando atentamente para su próximo encuentro. En esta ilusión, sin tener en cuenta la edad, es en la que está la gracia del cambio: “Las cosas que creías que durarían para siempre no lo hacen pero cuanto más creces más cosas pasan, ahí está la magia del todo”. Esas cosas son las que en la ficción nos hacen querer chillarle a las pantallas o a las páginas sobre los siguientes pasos que deben tomar sus protagonistas: “Cuando ves una película o una serie es fácil pensar: “Vamos, haz esto”, y chillárselo a la pantalla, pero todo cambia cuando te enfrentas a tu propia vida, y eso es gran parte de la idea de lo que quería representar”. De hecho las protagonistas son conscientes de esta misma realidad, del lío en el que están metidas y de lo fácil que sería transformarse en títeres cuyas decisiones dependen de terceros.
-Cuéntanos alguna curiosidad sobre la novela.
-El título original de la historia es Take me to the corner, que hace referencia a una canción de Leonard Cohen. En varios idiomas hemos intentado que se mantenga la frase literal traducida, pero tanto en español como en francés “llevar a la esquina” puede tener una connotación negativa [ríe] es por ello que se en estos casos se ha traducido el título y se ha añadido abajo el nombre del tema.