El servicio de Limpieza Viaria de Orihuela. Foto: AP ORIHUELA. La plantilla de Residuos Sólidos Urbanos (RSU) y Limpieza Viaria de Orihuela está en el momento de tomar decisiones. Esta próxima semana es decisiva para acordar si, finalmente, convocarán la huelga prevista para el 10 de abril o no. La decisión dependerá de la asamblea con toda la plantilla, más de 100 personas que tendrá lugar a comienzos de semana. Allí decidirán teniendo en cuenta las conclusiones de las reuniones que han mantenido, hasta el momento, los sindicatos CCOO, UGT, y CSIF y personal técnico y concejales del Ayuntamiento de Orihuela en varios encuentros.
El Ayuntamiento, asustado por un paro en plena Semana Santa y de cara a los comicios electorales, quiere que vería interrumpido un servicio esencial en plena Semana Santa. Y es que ha acelerado contratos y licitaciones de mejoras para el servicio, una batería de nuevos contratos que, en el algunos casos podrían llegar lo antes posible, pero que en otros, tardarían aún algunos meses. Casi todas ellas se lanzaron entre el 13 y el 20 de marzo, momento en el que la plantilla de RSU reivindicó su intención de llevar a cabo la huelga a partir del 10 de abril.
Uno de estos son contratos licitados es el de cuatro camiones, la mitad de carga lateral y la otra mitad de carga trasera. Uno de ellos será un vehículo recolector compactador de carga trasera de 12 a 13 metros cúbicos, otro compactador de carga trasera de 22 metros cúbicos de capacidad y dos compactadores de carga lateral de 26 metros cúbicos a estrenar. El pliego se publicó en noviembre de 2018 y daba un plazo de seis meses como máximo a contar desde la formalización del contrato. La garantía de los vehículos con todos sus componentes será como mínimo de seis meses. El importe de esta compra será de casi 900.000 euros.
Además, se acaba de adjudicar el servicio de reparación y mantenimiento de toda la flota de vehículos del servicio de recogida de residuos urbanos (RSU) y Limpieza Viaria de Orihuela. La adjudicataria es la empresa Talleres Illescas. El Ayuntamiento ha adjudicado este servicio a la empresa oriolana, por dos años, y por un importe de 1.142.000 euros, o 571.000 euros anuales.
La empresa realizará, en concreto, el mantenimiento habitual de todo el equipamiento de limpieza viaria o de recogida de residuos de cada vehículo, como cajas compactadoras hidráulicas, equipos de limpieza con agua a presión, aspiración de residuos o grúas. Los dos parques en los que, hasta el momento, se aparcan los vehículos están el el polígono industrial Puente Alto y otro en la calle Ebro de Orihuela Costa, aunque es posible que varíen sus ubicaciones. Y es que, en este sentido, también se ha hablado de una posible nueva campa, en el futuro, en incluso de algún punto verde para el litoral, aunque estas últimas propuestas parecen más planes a medio plazo. Para modificar el actual aparcamiento para camiones en la Costa, con el fin de solucionar los problemas que presenta el actual espacio. Otros de los nuevos contratos en marcha es el de una máquina hidrolimpiadora.
Además, salió a licitación el suministro de contenedores de carga lateral de 3.200 litros de basura orgánica y de reciclaje de papel y cartón. También habrá más de carga pluma de 3.000 litros para la recogida selectiva de papel y cartón y de carga trasera de 770 litros. Una contrato estimado de unos 200.000 euros y dividido en varios lotes. La entrega de los contenedores debe ser en un máximo de dos meses tras la formalización del contrato. Entre las indicaciones especiales de ejecución del contrato se han indicado consideraciones de tipo social. Se debe garantizar la seguridad y la protección de la salud en el lugar de trabajo y el cumplimiento de los convenios colectivos sectoriales y territoriales aplicables.
Desde el sindicato calculan que para que lleguen los camiones y algunas otras mejoras aún deberán pasar unos cuatro o cinco meses como mínimo, por lo que no tendrían una solución inmediata a sus demandas y deberán seguir trabajando en las mismas condiciones unos meses más.
Ambas partes, plantilla y Ayuntamiento están teniendo diversos encuentros para tratar de evitar la huelga. Esta decisión, la de los paros, es la última que quiere el Consistorio, pero tampoco es la que quiere la plantilla, perjudicada por las condiciones en las que deben realizar su trabajo diario y que no quieren afectar ni causar molestias a los ciudadanos, pero que se verían, dicen, abocados a esta decisión para lograr mejoras.
Y es que hay varias denuncias que, hace dos años, se reclamaron ante la Inspección de Trabajo. Tras las visitas, se hizo un requerimiento al Consistorio oriolano para que solucionase los problemas señalados. Estos eran la insalubridad y deficiencias que tienen las instalaciones, las malas condiciones de los vehículos y la falta de equipo de protección individual, tanto en el lugar de trabajo denominado Campa como en Orihuela Costa. Desde marzo de 2018, la plantilla lleva pidiendo la solución de estos problemas al equipo de Gobierno que ya han comenzado a responder.
Esta semana se resolverán las dudas y se descubrirá si las reuniones previas entre sindicatos, plantilla y Ayuntamiento han tenido éxito.
