Libertad horaria: Compromís exige que el sector pueda votar en el consejo de comercio

ALICANTE. La nueva propuesta para regular la Zona de Gran Afluencia Turística (ZGAT) de Alicante, la que delimita qué comercios tendrán carta blanca para abrir los 365 días del año, deberá ser votada sí o sí en el consejo local de comercio convocado para el próximo 25 de octubre. Esa es, cuando menos, la última condición introducida por el grupo municipal de Compromís para que sus concejales concedan su apoyo cuando la iniciativa se someta, después, al criterio de la Junta Local de Gobierno. 

Como avanzó Alicante Plaza, el respaldo de los nacionalistas resulta imprescindible para que la propuesta abanderada por el alcalde y concejal de Comercio, Gabriel Echávarri (PSOE), pueda llegar a tener aplicación. Esa propuesta consiste en realidad en mantener la situación actual. Es decir, que sólo dispongan de autorización para abrir los establecimientos situados en el centro tradicional, incluida la avenida Maisonnave y, con ella, los dos centros de El Corte Inglés. Eso sí, siempre que se firme un compromiso de conciliación de la vida laboral y familiar, de modo que los empleados no se vean obligados a trabajar más de 11 domingos o festivos al año. 

Al grupo municipal de Guanyar, la tercera pata del tripartito, le sigue sin parecer oportuno conceder cualquier régimen de liberalización -que, por otra parte, viene impuesto por la legislación estatal para Alicante y otras 11 grandes ciudades de toda España- al considerar que sólo favorece a las grandes superficies en detrimento del pequeño y mediano comercio, con más dificultades para ampliar plantillas y, por tanto, que perjudica a los trabajadores.

Compromís interpreta que esa parte del debate -la laboral- está superada en tanto que se habría conseguido introducir esa llamada papeleta de conciliación que compromete a las grandes superficies a ampliar plantillas para cubrir sus necesidades de personal durante los festivos y fines de semana. Sin embargo, considera ineludible que el sector tenga la oportunidad de pronunciarse abiertamente sobre la medida para que quede constancia de cuál es su posición. Sólo así, apuntan las fuentes consultadas, se dará traslado a la opinión pública de si realmente existe consenso o no en torno a la delimitación planteada.

Lo cierto es que la legislación no obliga a que la regulación de la ZGAT se vote de forma obligatoria en el consejo local. Sólo exige que se dé cumplimiento a un trámite de audiencia. De hecho, el último planteamiento que contemplaba ampliar la liberalización comercial a toda la ciudad no llegó a votarse en ese foro: se elevó a pleno de forma directa, en marzo, donde fue rechazada con los votos de PP, Guanyar y Compromís (sólo PSOE y Ciudadanos votaron a favor).

A priori, todo parece indicar que el alcalde sí podría decantarse esta vez por someter su planteamiento a una votación formal. Y también a priori se trabaja con la hipótesis de que la propuesta quedará aprobada con los votos a favor de los representantes del comercio del centro, de los supermercados, de las grandes superficies, de la Cámara de Comercio, de PSOE, de Compromís e incluso -esta vez- del PP. Lo que parece más descartable es que la votación se traslade al pleno. Sobre todo, después de la experiencia de marzo. 

La nueva regulación podría contar con el apoyo de las asociaciones de comerciantes del centro, de los supermercados, de las grandes superficies y de la Cámara  

El escenario más probable, según las fuentes consultadas, es que si hay consenso en consejo local, la regulación se ratifique sólo en Junta de Gobierno, con el refrendo de PSOE y Compromís, y que, después, se eleve a la Conselleria de Economía para que la ratifique. Ese fue el acuerdo alcanzado en septiembre en el transcurso de una entrevista de trabajo entre el conseller del área, Rafael Climent (Compromís); el alcalde, Gabriel Echávarri; y el portavoz del tripartito, Natxo Bellido.

¿Qué puede pasar a partir de ese momento? La aplicación del nuevo régimen de libertad horaria seguirá a expensas de que se resuelva el contencioso presentado por las otras grandes superficies (Plaza Mar 2, Puerta de Alicante y Gran Vía) contra la primera ZGAT aprobada por el Gobierno del PP de Sonia Castedo en 2013 (que también incluía sólo al centro tradicional y Maisonnave). El primer edil viene sosteniendo que es muy probable que ese contencioso prospere y que logren una sentencia favorable. Sin embargo, fuentes municipales apuntan que al ayuntamiento siempre le seguirá quedando la opción de alargar el procedimiento con recursos a instancias superiores. 

Por lo pronto, las mismas fuentes apuntan que ya no hay expectativas de que otro gran operador comercial pueda acabar sumándose a la libertad de horarios con el compromiso de conciliación antes de que se celebre el consejo local de comercio, el próximo día 25. En las negociaciones previas llevadas a cabo hasta ahora, las gerencias locales y nacionales de esas grandes superficies no han contemplado sumarse a ese acuerdo.