MADRID. Amazon, Meta o Alphabet están realizando los mayores despidos de su historia. Todas estas empresas, ¿pueden justificar los despidos por el intenso proceso de contratación que se llevó a cabo durante los primeros años de Covid-19 o hay más factores que influyan? El crecimiento de los ingresos está sometido a una gran presión por la desaceleración de la economía y la retracción de los consumidores y las empresas. Dado que las compañías tratan de mantener la rentabilidad (márgenes) para los inversores, están obligadas a recortar plantilla para adaptarse a una nueva realidad caracterizada por unos ingresos más bajos. Lamentablemente, la pandemia provocó en muchos sectores una demanda excesiva de personal en comparación con niveles de demanda más "normalizados".
Pero ¿fueron traicionadas las grandes empresas tecnológicas por el optimismo y el auge de ingresos que la pandemia trajo a este sector? Desgraciadamente, este es el círculo vicioso del que las empresas nunca consiguen escapar: los buenos tiempos de fuerte demanda conducen a la euforia irracional, que lleva a la contratación excesiva, que conduce a estructuras excesivas.
Cuando la demanda inevitablemente se ralentiza, los ingresos caen y las empresas descubren que sus nuevas estructuras de gastos son demasiado grandes para una base de ingresos más pequeña. Por tanto, deben recortar personal para mantener los márgenes. Esto se manifiesta a menudo en el sector tecnológico, que durante y después de la pandemia registró niveles muy altos de crecimiento de la demanda y de los ingresos, ya que los clientes se apresuraron a digitalizar sus empresas. Cuando la demanda se ralentizó, no tuvieron más remedio que recurrir a los despidos.
Algunos expertos hablan ya de un posible efecto de contagio con estos despidos, que se extienden más allá del sector tecnológico: cuando algunas de las empresas más grandes del planeta empiezan a hacer esto, incluso las pequeñas de otras áreas se sienten obligadas a hacer lo mismo. Es algo real donde incluso las empresas más pequeñas a las que seguimos han anunciado despidos.
Estas firmas de menos tamaño no suelen tener altos niveles de rentabilidad en comparación con las grandes, por lo que son más propensas a sufrir dificultades financieras cuando la demanda se debilita y deben buscar recortes drásticos de costes. Esto es algo que ya hemos visto. Sin embargo, las empresas bien posicionadas suelen aprovechar las recesiones económicas para contratar a los mejores talentos disponibles como consecuencia de los despidos.
Previsión económica
Depende de la duración y el alcance de la recesión económica que estamos a punto de experimentar habrá motivos para que la tendencia se despidos se mantenga durante el resto del año. El abrdn Research Institute (aRI) prevé una desaceleración relativamente superficial a partir del segundo semestre de 2023, con una eventual recuperación el año que viene.
Creemos que las empresas que han anunciado despidos lo han hecho con una previsión económica similar en mente. Sin embargo, en caso de que la desaceleración sea más profunda o prolongada de lo que esperamos actualmente, creemos que las compañías podrían verse obligadas a anunciar nuevas reestructuraciones, o los despidos podrían extenderse a sectores no relacionados con la tecnología y los servicios financieros.
Álvaro Antón es country head de abrdn para Iberia