ELCHE. Tras el debate calentito del año pasado, el lunes tuvo lugar la primera parte del Debate del Estado de la Ciudad, esta vez con la presencia de los diferentes consejos sectoriales, y representantes de las pedanías. Si bien hubo reivindicaciones de todo tipo, desde la necesidad de impulsar la formación profesional hasta la apuesta "real" por la igualdad de género, por la sostenibilidad o la eliminación de barreras arquitectónicas, los momentos de mayor tono llegaron con las pedanías. Como estaba previsto, por otra parte.
De hecho, por parte de Torrellano, pedanía en la que tuvo lugar el debate el año pasado, el representante Norberto Bonmatí aseveró explícitamente que el Ayuntamiento utiliza a las partidas rurales como "colonias para extraer los recursos", una muestra del enfado y sobre todo, del hartazgo de esta y otras pedanías que llevan viendo cómo gobierno tras gobierno los compromisos quedan en agua de borrajas, algo que les recordaban hace unos días desde varios flancos. Reivindicó que la de Torrellano es la pedanía más grande, "es decir, supone el conjunto más grande de ciudadanos de segunda", esgrimió nada más empezar. Criticó la falta de actuaciones en infraestructura verde y medio ambiente, destacando la contradicción con el plan Elx Capital Verda 2030. Y sacó la lista de cuentas pendientes para con la pedanía, como los barracones existentes y la promesa de eliminarlos, mejora del centro de salud, así como el histórico centro cultural, motivo por el cual les dejaron plantados hace poco tiempo. También salió en escena, la Ronda Norte, el incumplimiento de la normativa acústica o la falta de actuaciones del Plan General para con ella.
En una misma línea se expresó María Dolores Micol por parte de la pedanía más guerrera en los últimos tiempos, El Altet, que empezó planteando qué papel juega la partida dentro de la ciudad. "El gobierno municipal brilla por su inacción, sin propuestas concretas ni soluciones eficientes ni eficaces". Mejora de asfalto, limpieza, movilidad, seguridad... problemas generales por los que se han visto afectados y que según explicó Micol, se llevan arrastrando sin mejora estos tres años de legislatura. También puso de relieve la falta de planificación urbana verde, problemas de vertidos en la depuradora y aulas sociales donde celebrar talleres, charlas, etc. Por último, hizo un llamamiento a toda la corporación, ya que empiezan a oírse promesas electorales de cosas que hacen falta, y que por experiencia de otros cursos, después han quedado sin ejecutarse.
En lo referente a La Marina, que también ha tenido bastante protagonismo estos meses, sobre todo por el Pativel, el representante de la Junta Municipal, Juan Oliver, sólo destacó la mejora del señalizado con un cruce con pintura y bolardos. Salvo esta, no destacó más, sólo una lista de incumplimientos del equipo de gobierno, como mejora de aparcamiento y acceso a las playas, playa del Rebollo sin accesibilidad para mayores, deficiencias de instalaciones deportivas, el abandono de la Pinada, la mejora de conexión del autobús... "Tan sólo voluntad política", denuncian desde la pedanía. Y sobre todo, cargaron contra el Pativel, del que criticó "la falta de participación ciudadana, el Ayuntamiento no vino a consensuar". Creen que este plan de protección hará que se pierda una oportunidad para el desarrollo económico de la pedanía al impedir que se mejore en turismo. Apostilló Oliver que hay que tener en cuenta que la partida ha perdido 229 habitantes en pocos años.
Así pues, como estaba previsto, tras las quejas sostenidas en el tiempo durante el último año, ya fuera por parte de las propias pedanías o de la oposición, que se frota las manos cada vez que tiene lugar una de estas, y más ahora que llegan elecciones, el tripartito volvió a quedar al descubierto en esta materia. Teniendo en cuenta que las reivindicaciones históricas son tantas y desde hace tanto tiempo en las partidas más grandes, que enderezar la situación y que se vuelvan a sentir iguales que quienes viven en el casco urbano, tardará en llegar.