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concentración de las Kellys

Las "Kellys" claman contra la precariedad laboral en pleno centro de Benidorm

10/12/2016 - 

BENIDORM (Efe). "No molestar, estamos cambiando nuestro futuro". Ésta era una de las consignas escritas en las pancartas de las personas que se concentraron en Benidorm este viernes, alrededor de unas cuarenta empleadas. Las camareras de piso reivindicaron una mejora de sus derechos por todo lo alto. Lo hicieron aprovechando el puente, momento en el que más gente hay en la ciudad de los rascacielos en las últimas semanas, y en pleno centro de Benidorm. Así se manifestaron las conocidas como "Kellys". 

El lugar, en pleno corazón de la localidad, fue escogido por estar situado delante del hotel Madeira. Éste es el motivo de su nueva concentración. Tal y como explicó a este diario su portavoz, Yolanda García, es el último establecimiento que se ha sumado a la externalización de los servicios de las limpiadoras. No obstante, el hotel se manifestó a lo largo del día viernes a través de las redes sociales negando que se vaya a realizar ninguna externalización. Lo que entendieron desde la asociación como una "marcha atrás" de la empresa. 

Esta práctica es contra la que luchan a diario desde la organización de camareras de piso. Por ello se reunieron pasadas las cinco de la tarde en torno a una de las vías más importantes de la capital turística de la Costa Blanca, y una de las que más establecimientos hoteleros dispone en el país. El enemigo a batir: la precariedad laboral.

Estas trabajadoras realizan, según dijo García, una media de 25 a 30 habitaciones en seis horas de trabajo. "No somos máquinas de reparto, tenemos derechos", afirmó la portavoz, quien recogió la petición de las trabajadoras para que "las empresas multiservicios respeten el convenio laboral de hostelería".

La externalización de servicios que aprovechan los empresarios supone la disminución de las condiciones laborales para las personas afectadas, en comparación a sus colegas que se rigen por el convenio colectivo de hostelería. Esto es así porque la trabajadora pasaría de estar contratada directamente por el hotel a estarlo por una empresa externa, y por lo tanto, se regirá por su convenio. Esto supone un agravio comparativo que podría superar los 300 euros, por el mismo trabajo, tal y como hizo saber su portavoz.

La nueva concentración en Benidorm coincide con un paso importante que ha dado todas las partes. A finales de noviembre se constituyó la mesa de negociación del nuevo convenio colectivo de hostelería de la Costa Blanca. Es decir, es el momento de cambiarlo en el convenio colectivo, que no se había renovado en los últimos años.

Estar bajo el paraguas del convenio colectivo es el principal punto por el que están luchando las "Kellys" de Benidorm. Pero también tienen otras reivindicaciones, como controlar la carga de trabajo, la subida salarial o la conciliación familiar, pero estas dos últimas serían secundarias. En cuanto a la carga de trabajo, tal y como explicó García en su momento, pasa por los estudios ergonómicos que pongan unos mínimos y máximos de habitaciones para cada empleado.


Yolanda García insistió en que "la sobrecarga de trabajo es inhumana", y puso de manifiesto que no se les reconocen las horas extraordinarias ni los días festivos "y si te coges una baja te despiden".

Reveló, además, la existencia de "listas negras" de trabajadoras al tiempo que lamentaba que esta práctica "es común en muchos hoteles de España".

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