VALÈNCIA. Lo que llevaba sonando con fuerza desde hace varios días se consumó este jueves. La portavoz de Ciudadanos en Les Corts Valencianes, Ruth Merino, dimitió de todos sus cargos orgánicos e institucionales y deja el acta en el Parlamento autonómico, como avanzó Valencia Plaza. Se aparta de la política temporalmente para volver a su puesto en la Agencia Tributaria (es técnico de Hacienda del Estado), aunque no descarta seguir en activo si le surge la oportunidad. En definitiva, no cierra la puerta al PP.
Merino convocó una rueda de prensa en la que dio el portazo a su partido horas antes de que se conociera el resultado de las primarias por el liderazgo nacional –en las que venció la lista auspiciada por Inés Arrimadas– y con duras críticas por las estrategias, actitudes y enfrentamientos de los últimos meses. "Me costaría mucho votar a Ciudadanos en las próximas elecciones", admitió. Acompañada por tres de los trece diputados de su grupo (Carlos Gracia, Fernando Llopis y Tony Woodward), señaló que todavía no ha decidido si se dará de baja de la formación como afiliada. "Me lo pensaré en los próximos días", afirmó.
La hasta ahora síndica llevaba varias jornadas en la que había evidenciado su total desapego, y así se percibía dentro del propio grupo parlamentario. Según reconoció en la comparecencia pública, en la que se mostró emocionada, la dimisión se la había planteado ya en septiembre, pero optó por esperar. Merino no es una voz cualquiera. Se trata de la persona a la que la dirección nacional señaló tras la marcha de Toni Cantó. Supuestamente, un perfil de confianza. Al frente, además, de uno de los grupos parlamentarios de Ciudadanos más importantes de España por el número de representantes que todavía mantiene. Pero nadie ha contado con ella en el proceso de refundación ni en las primarias. Y así lo verbalizó en una de sus últimas declaraciones ante los medios.
Ahora, ha dado el paso de irse "con mucha tristeza y con impotencia" porque considera que "se ha consolidado todo lo malo". Tras la moción de censura fallida de Murcia y los malos resultados cosechados en las diversas citas electorales posteriores en varios territorios, cree que la formación "tendría que haber desaparecido del panorama político" durante dos o tres años. "Y, cuando hubiera una nueva organización, resurgir como partido liberal, de gobierno y europeísta", reflexionó. "Yo transmití mi opinión. Después comenzó la llamada refundación y los resultados los están viendo", añadió.
No le agrada ninguna lista. Ni la impulsada por Inés Arrimadas ni la de Edmundo Bal. La primera por la "pura continuidad" que representa. Y la segunda porque entiende que supone un giro a la izquierda que no comparte. "No me siento representada. Ninguna creo que pueda sacar a este partido del agujero tan profundo en el que se encuentra. Que me expliquen la diferencia en el Ciudadanos de hace diez meses y el del lunes que viene", comentó.
Merino hizo hincapié, en este sentido, en la situación de la Comunitat Valenciana. "Ocho años de gobierno socialista con nacionalistas y populistas de izquierdas es más que suficiente. Y, sin embargo, por las manifestaciones que he oído de unos y otros, parece que va a prevalecer el partidismo y las siglas por encima del interés de los valencianos. Ahora dicen que no hay líneas rojas, incluso se habla de pactar gobiernos con Compromís", destacó.
Unas palabras que dejan entrever un posicionamiento que algunos de sus compañeros de partido han expresado durante estos meses en privado. Y es que Ciudadanos no debería presentar lista propia a la Generalitat sino salvar el proyecto con algún tipo de integración de sus cargos en el PP.
Merino mencionó a la selección de personas de la Comunitat que conforman la lista de Arrimadas y con las que augura que "todo irá igual o peor". Aunque no dijo nombres, lo hizo en clara referencia a la portavoz adjunta de su grupo, Mamen Peris, quien formará parte de la próxima Ejecutiva de Ciudadanos y se perfila como nueva síndica, líder autonómica y candidata a la Generalitat según fuentes de la formación. La relación entre ambas se ha ido deteriorando progresivamente durante todo este tiempo.
La diputada hizo balance de sus últimos dos años como portavoz en Les Corts tras la marcha de Toni Cantó. "Asumí el cargo en un momento complicado para el partido, pero también en el grupo de Les Corts. Se cometieron errores de mucho tipo: de estrategia, de comunicación, falta de escucha a los afiliados, falta de democracia interna...", enumeró.
Posteriormente, la situación pasó a ser "insostenible" y surgió la refundación, que ya vio con escepticismo porque los encargados de pilotarla fueron nombrados a dedo por Arrimadas. Su equipo le explicó el plan y, en principio, le pareció bien. Pero piensa que nada se ha cumplido.
El pasado verano, detalló, habló con Organización sobre lo que pensaba. "Cuando me propusieron ser la cabeza visible de la refundación en la Comunitat Valenciana y que me presentara a las primarias para ser cabeza de lista a la Generalitat, dije lo que tenía que cambiar. Transmití las personas que estaban haciendo daño en la Comunitat y que debía haber una verdadera democracia interna y honestidad", señaló.
En ese momento, aseguró, le dijeron que todo esto iba a cambiar. "Pero aquí estamos y yo ni siquiera he votado en las primarias. No se me ha preguntado nada pese a ser portavoz en Les Corts", afirmó, para incidir en que no le gusta "que en el partido se premie a determinadas personas o comportamientos mientras se destierra la honestidad y el talento".
Merino no descartó volver a la política próximamente porque "la vida es muy larga", aunque remarcó que no ha recibido ninguna oferta formal de otra formación y que no se afiliará a otro partido, en referencia clara al PP. Aun así, reconoció "haber tenido conversaciones de pasillo". "Sí me han comentado, en tono informal, 'a ver si te vienes con nosotros'", dijo. No sólo un partido, sino varios.
Las especulaciones sobre su salto con los populares, que en su caso –al igual que en más cargos de Ciudadanos– llevan tiempo circulando, se vieron alimentadas con estas afirmaciones. Al igual que con las posteriores del líder del PPCV, Carlos Mazón. "Soy partidario de la suma", dijo sobre la posibilidad de incorporar a Merino. "Las puertas están abiertas permanentemente no sólo para dirigentes de otros partidos, sino para todos los ciudadanos que desean un nuevo proyecto abierto y sin prejuicios en la Comunitat Valenciana", apuntó.
Las quinielas están servidas. Mientras, Ciudadanos tendrá que nombrar a nueva síndica. Lo hará previsiblemente la próxima semana, cuando ya habrá nueva dirección nacional tras la asamblea de este fin de semana. Todos los ojos apuntan a Mamen Peris.