El libro se compone de los testimonios y las historias de artistas como: Ledania, Lily Brick, Mo Vásquez, Milu Correch, Pum Pum, Toofly, Ledania, la valenciana Julieta XLF, Helen Bur y Camila Siren entre otras. Los textos que acompañan la historia de las artistas van con una galería de su obra y declaraciones destacadas de la entrevista, enmarcando experiencias personales, anécdotas o detalles que permitan acercarnos a estas grafiteras que podrían estar en cualquier parte del mundo. Por ejemplo, Adry de Rocio explica en sus páginas: “Me encanta ver como un completo extraño se convierte en amigo minutos después de ver mi obra, creo que este es el poder del arte”, una declaración que puede inspirar y empoderar a partes iguales.
Junto a las suya se encuentra, unas páginas más atrás, la historia de la grafitera valenciana Julieta XLF, que explica que se siente feliz e inspirada de formar parte de esta publicación: “Con este libro vemos que el mundo del street art ha crecido en muchas direcciones. Ha dejado de ser una manifestación underground y ha comenzado a verse como algo que está integrado en nuestra sociedad como una forma de cultura”, explica la artista.
Desde que la valenciana empezó a pintar en 2004 todo ha dado muchas vueltas, no solo avanza la sociedad sino que contamos con numerosos festivales en los que las artistas mujeres pueden empezar a entrar en esta disciplina: “Nos estamos reeducando en nuevos valores, y a través de la documentación del trabajo de las mujeres [tanto en street art como en cualquier disciplina] logramos visibilizar a quienes nos rodean y conocer nuevos referentes”.
Para ella como para Lily Brick este libro pone de manifiesto que hay “muchas mujeres, con mucho nivel y mucha presencia”, explican alegres. Por parte de la catalana Lily Brick, que da vida a la portada del libro, formar parte esta publicación y ser la portada supone crear un grupo de mujeres increíbles tanto a nivel artístico y profesional como personal: “Me faltan las palabras para describir lo que supone para mí dar imagen al libro. Pasamos de vivir una persecución cuando empezamos a qué sea mi oficio. Al principio era muy difícil arrancar, la gente no entendía que esto no era “ensuciar las paredes”, pero el mural es un oficio que ahora se ha revalorizado”.
Su trabajo, junto al de sus compañeras, no es solo pintar. Lily Brick explica que con el muralismo puedes viajar y aprender culturas mientras expresas tu arte, en una galería en la que no existe aforo limitado: la gran ciudad. Para ella la clave para avanzar en su terreno es tener “mucho carácter y querer evolucionar”, algo que también permite que las artistas que trabajan en esto quieran aprender, salir de su zona de confort y encontrar un estilo propio. Sobre las mujeres que le acompañan en la publicación confiesa que le enorgullece ver que cada vez hay más nivel, más talento y más respeto por la mujer en el street art: “Parte de esto se debe a la oleada de reivindicación feminista, hace unos años las mujeres nos plantamos y empezamos a pedir lo que nos pertenece. El street art entra dentro de esto y poco a poco fuimos formando parte de los festivales”.
Entre estos relatos López se cuela con interesantes preguntas sobre aprendizaje, consejos que le darían a las futuras generaciones de grafiteras y algunas cuestiones sobre técnicas. Aprende que si que hay una diferencia entre grafiteras y las mujeres que hacen muralismo, ya que suelen sentirse más cómodas en esta segunda manera de trabajar: “El muralismo es algo que cuenta con un permiso, contemplo que hay menos grafiteras y más muralistas porque el muralismo es más bien un negocio de arte humano en el que se dedican plenatemente a ello”.
Con este libro uno de sus objetivos es que en los lugares en los que se puedan sentir menos seguras pueda cambiar la cosa hacia un mayor respeto y un mayor reconocimientos: “La visión social claramente ha cambiado, poco a poco el mural va contando con más encargos y mayores espacios, esto siempre influye en cómo se ven las ciudades y cómo trabajan ellas”, explica el autor del libro.
La guinda del pastel la pone una entrevista entre López y Martha Cooper, considerada como una de las primeras personas en inmortalizar los graffitis de Nueva York y elevarlos a la categoría de arte. En la entrevista López habla con Cooper en calidad de observadora, y hablan sobre cómo su ojo estuvo acertado a la hora de observar el graffiti como arte: “Cuando empezó a inmortalizar el arte de graffiti ella no tenía duda de que no era algo malo, como decía la policía en Estados Unidos. Su visión es clave porque creó la biblia del graffiti y pudo inspirar a muchas mujeres tras ella. Ella misma me repetía constantemente en la entrevista que no era ni historiadora ni socióloga, pero al final su opinión es clave porque estaba en primera fila”. Tanto su trabajo, como el de López, buscan elevar el arte a una nueva categoría y tal vez generar nuevos referentes que puedan pintar todas las paredes del mundo, que no caben en un solo libro.