MADRID (EFECOM). La morosidad de la banca española subió en enero, tras dos meses consecutivos a la baja, y llegó al 3,61 %, lo que supone la tasa más alta desde noviembre de 2022, principalmente por la caída del saldo total de créditos, aunque los préstamos impagados también crecieron.
Según los datos publicados este viernes por el Banco de España, los préstamos morosos subieron en 236 millones en el primer mes de 2024, hasta los 42.104 millones, y la cartera crediticia mermó hasta 1,167 billones, frente a los 1,181 billones de cierre de 2023.
En comparación con enero de 2023, la morosidad del crédito ha pasado del 3,56 % de entonces al 3,61 % de ahora, sin embargo el saldo de préstamos dudosos se ha reducido en casi 800 millones.
Además del dato total del sector, el Banco de España publica cada mes la morosidad agregada de bancos, cajas y cooperativas (cajas rurales), por un lado, y, por otro, la de las financieras de consumo.
La morosidad de bancos, cajas y cooperativas pasó del 3,44 % de diciembre al 3,50 % de enero, la mayor tasa desde noviembre de 2022, después de que el saldo de impagados creciera 310 millones, hasta los 39.078 millones.
En esta ocasión, el dato del 3,50 % de morosidad de enero es ligeramente peor que el 3,48 % del mismo mes de 2023, a pesar de que el saldo de impagados desde entonces ha caído en más de 1.000 millones.
En el caso de las financieras de consumo, la ratio de morosidad también subió, pues pasó del 6,33 % de diciembre al 6,53 % de enero.
Sin embargo, este aumento de la morosidad de las financieras de consumo se explica por la caída de la financiación en el mes, que fue del 5,46 %, hasta 43.461 millones, a pesar de que el saldo de morosos descendió en 71 millones, hasta 2.840 millones.