ANDRÉ LAMBERT Y NAPOLEÓN  

Lambert, un alemán afrancesado con vocación europeísta y establecido en Jávea

10/03/2021 - 

ALICANTE. Con motivo del Anne Napoléon 2021, bicentenario de la muerte del emperador francés, conviene destacar el interés que suscitó Bonaparte en uno de nuestros artistas señeros afincados en la costa alicantina, André Lambert Jordan. Nacido en Sttugart (Alemania) el 17 de marzo de 1884, Lambert era hijo de dos suizos. Su padre, André Louis Lambert-Perret, fue un arquitecto prestigioso descendiente de banqueros y su madre, Gertrud Jordan, una mujer cultivada en la música y otras artes que calaron en la joven personalidad de nuestro pintor y grabador.

Sabemos que Napoleón causó estragos en la Europa del siglo XIX, pero debemos huir de juzgar la historia desde nuestra óptica actual. Así eran las cosas entonces; los imperios, las naciones y los pueblos, se forjaban con sangre y fuego. Con la invasión de España por parte de los franceses durante el ocaso del reinado de Carlos IV, Napoleón se convirtió, para el pueblo español, sus élites conservadoras y el clero nacional, en el enemigo a abatir —y abatido— pero para los afrancesados hispanos —parte de la nobleza y de la burguesía ilustrada— el líder galo suponía una oportunidad de modernizar el país y sin duda, el camino a seguir. 

Este pensamiento de admiración a las políticas napoleónicas penetró durante décadas en los jóvenes europeos intelectuales como Lambert, convirtiendo a estos soñadores en profundos seguidores de Napoleón, como artífice de un continente unido, fuerte y moderno. Aún hoy, esa idea es una quimera, pues la Unión Europea no ha llegado a cuajar como se planteó tiempo atrás. 

Por el legado de la familia Lambert y las publicaciones de Josep Montaner —el primero en dar unas pinceladas de esta curiosa anécdota— sabemos que André fundó junto a sus amigos, el Club Napoleón de Münich, actuando como secretario en 1904. Todos estos clubs fueron hermanándose paulatinamente con la asociación de París, germen de la Foundation Napoléon y de Le Souvenir Napoléon, dos de las instituciones más importantes que se dedican al estudio y la memoria del general más famoso de la historia.

Para este círculo alemán bonapartista, André Lambert realizó unos estatutos, unas insignias y unos bocetos del propio Napoleón y de los uniformes de sus soldados, para uso y disfrute de su club napoleónico. Algunos de estos dibujos fueron adquiridos en subastas de París hace unos pocos años, otros, continúan en el legado familiar y varios en archivos perdidos de la ciudad bávara.

Esta pues, es la historia de un alemán afrancesado con vocación claramente europeísta, establecido en Jávea desde 1920, y que convirtió uno de los paraísos de la Costa Blanca en un lugar de encuentro de personajes internacionales del arte y de la cultura, como hemos podido comprobar en varias exposiciones retrospectivas en el Mubag de Alicante, en el Muvim de València y en las salas de exposiciones de Jávea, donde se ha puesto de relieve el nivel de la obra de Lambert, su influencia y su estilo. 

Su muerte en París, el 24 de noviembre de 1967, supuso el fin de una era para la localidad mediterránea. Sus cenizas forman parte de los bosques de pinos del Portichol, en Jávea, esperando que algún día no muy lejano se vuelvan a repetir, a orillas de la Cala del Francés, las tertulias de arte, cultura e historia de antaño...

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