VALÈNCIA. La mayoría de las compañías automovilísticas se encuentran en un momento de transición hacia la electrificación de sus modelos. Muchas llevan años perfilando sus estrategias de cara a perseguir el objetivo europeo de descarbonización. Y, entre sus planes está el desarrollo de grandes plantas de fabricación de baterías que den soporte a los futuros coches eléctricos. Este es el caso de Volkswagen que promueve varias gigafactorías antes de 2030. Una de ellas estará ubicada en Sagunt, como se confirmó esta misma semana para alegría de la industria valenciana. Pero no será la primera del grupo.
En concreto, la multinacional alemana planea instalar cinco grandes fábricas en Europa para cubrir la demanda de celdas de batería que precisará el grupo para sus modelos. De hecho, ya ha creado la empresa Société Européenne, con el fin de agrupar su negocio y consolidar las actividades a lo largo de la cadena de valor de las baterías, desde el procesamiento de las materias primas hasta su desarrollo y la gestión de las gigafactorías europeas.
La primera de las plantas propias del grupo se ubicará en la ciudad alemana de Salzgitter y se pondrá en marcha en 2025. No obstante, Volkswagen se hizo hace un tiempo con una participación del 20% de la sueca Northvolt, que ya tiene otras instalaciones de estas características, y promueve otra fábrica de baterías en Skellefteå, en el norte de Suecia para 2023. Por tanto, la factoría de Salzgitter es la más avanzada de la firma automovilística y un modelo que inspirará la futura factoría valenciana.
De hecho, tras anunciarse la de Sagunt, el resto de ubicaciones se desconocen, aunque la compañía sí ha deslizado que otra se ubicará en el este de Europa, mientras que el enclave de las dos restantes todavía es una incógnita. Lo que si tiene claro Volkswagen es su calendario de actuación que pasa por conseguir que todas estén abiertas antes de 2030.
"El Grupo está creando un sistema eficiente y con garantía de futuro para el negocio de las baterías, que está creciendo rápidamente. Como parte de su estrategia New Auto, el Grupo Volkswagen aspira a convertirse en el principal fabricante de vehículos eléctricos a nivel mundial. Para ello, está ampliando sus actividades relacionadas con las baterías y encargándose de que se conviertan en una de sus principales competencias", explicaba la empresa en un comunicado.
Su horizonte más inmediato es la planta en la Baja Sajonia, que comenzará a levantarse en la segunda mitad de 2022. Según explica la compañía, habrá una fase inicial en la que está programada que la fábrica tenga una capacidad anual de 20 gigavatios por hora. Ya en una posterior, la previsión es que se duplique hasta los 40 gigavatios por hora, la misma capacidad que se ha anunciado para la de Sagunt, que también podría arrancar en dos etapas.
Un modelo de trabajo que podría replicarse en las instalaciones valencianas ya que la firma trabaja con la filosofía de la "estandarización" de sus plantas de baterías. Así lo señala Sebastian Wolf, responsable de la construcción de las fábricas en una entrevista. "Si planificamos cada planta de forma individual, tardaremos demasiado. Por eso hemos optado por el concepto de una fábrica estándar, pero al mismo tiempo nos mantenemos adaptables y flexibles. De esta manera, todas las ubicaciones estarán operativas a tiempo", subraya.
Pero, además, Wolf destaca que el diseño estándar "simplifica" y acelera la planificación y las compras, ya que se pueden utilizar los mismos componentes para los edificios y equipos en todas las fábricas. Por ello, tanto en Sagunt como en Salzgitter y resto de factorías se producirá, a priori, la célula unificada de Volkswagen.
En cualquier caso, habrá diferencias y más teniendo en cuenta que la planta alemana además de la producción de las celdas, reunirá en un mismo lugar el desarrollo, la planificación y el control de la producción, por lo que será el principal centro de baterías del Grupo Volkswagen.
En total, la inversión alcanzará los 2.000 millones de euros. En el caso de la valenciana podría ser similar, pero el grupo estaría esperando a la aprobación de su proyecto que aspira a las ayudas del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) del vehículo eléctrico.Una convocatoria que esperaba Volkswagen para dar a conocer su elección y que incluye un presupuesto total de 2.975 millones de euros, de los que 1.425 millones se concederán en forma de préstamos y otros 1.550 millones a través de subvenciones.
De los planes de la compañía para Sagunt se conoce que dará empleo a unas 3.000 personas y que la aspiración es que las obras empiecen a finales de este año para que pueda estar operativa en 2026. Aunque todo dependerá del Perte.
"En Valencia fabricaremos nada menos que la próxima generación de celdas y será una fábrica estandarizada, que producirá la innovadora célula unificada de Wolkswagen y se abastecerá de energía renovable, lo que permitirá una producción de baterías sostenibles. La planta también creará un fuerte efecto de arrastre a lo largo de toda la cadena de valor de las baterías en Europa y más allá del país", reivindicó el presidente del consejo de administración de la firma, Thomas Schmall, en rueda de prensa esta semana.
La ubicación concreta será el polo logístico Parc Sagunt, que en estos momentos se encuentra en el desarrollo de su segunda fase y que ya se ha anunciado que tendrá una tercera ampliación. La Generalitat Valenciana ha estado acelerando la puesta a punto de los terrenos precisamente para allanar el camino tanto al gigante alemán como a futuras inversiones en la zona.