MADRID. La Reserva Federal estadounidense (FED) ha decidido hacer una pausa en junio en el 5,0%-5,25%, pero el FOMC (Comité Federal de Mercado Abierto, por sus siglas en inglés) ha abierto la ventana a otras dos posibles subidas de tipos en lo que queda de año. Según la institución, los riesgos siguen estando al alza en lo que respecta a la inflación, mientras que las previsiones económicas para este año se han ajustado al alza en lo que respecta al crecimiento y la inflación, y a la baja en lo que respecta a la tasa de desempleo.
Powell reconoció que el FOMC ha subestimado la resistencia de la actividad y también ha sobrestimado el tiempo de respuesta de los servicios a las subidas de tipos. En julio, los datos deberían aportar más tranquilidad sobre el proceso de desinflación, pero los datos de actividad del sector servicios y el trabajo siguen siendo relativamente sólidos. Como se observa en la sorprendente subida de los gráficos Dot, que reflejan las proyecciones de los gobernadores sobre los tipos de interés oficiales, los datos no deberían tranquilizar aún a los miembros más críticos del FOMC para mantener la pausa.
La incertidumbre podría mantenerse para la próxima reunión de septiembre, incluso si Powell forzara la pausa. Esto debería dejar incertidumbres sobre un trabajo potencialmente inacabado de la Fed sobre la inflación y una pausa no definitiva sobre los tipos clave.
La lección extraída de las anteriores subidas de tipos y de las incertidumbres que rodean a las próximas decisiones del FOMC es que la FED se tomará su tiempo antes de relajar su política el próximo año.
Los mercados monetarios están valorando recortes de tipos en el primer trimestre de 2024. Sin embargo, el FOMC debería esperar a tener más seguridad sobre una tendencia real de desinflación, tanto en el trabajo como en los servicios antes de rejuvenecer el ciclo económico.
Patrice Gautry es economista jefe de Union Bancaire Privée (UBP)