VALÈNCIA. El barómetro de la renta variable española, el Ibex 35, fue uno de los índices que menos avanzó el pasado año entre los principales europeos. Lo hizo revalorizándose un 7,9%, es decir, la mitad de lo que avanzó su homólogo francés (Cac 40) por poner un ejemplo. Y en lo que va de año -incluyendo el sorprendente 'subidón' del pasado viernes del 3,5% en plena invasión rusa- se deja un 2,6%. Salvo el FTSE 100 inglés (+1,4%), el selectivo español es el que menos cede en lo que va de 2022 tomando el cierre del último viernes de febrero, dado que el Dax Xetra alemán se deja un 8,3%, el paneuropeo Euro Stoxx50 un 7,6%, el FTSE Mib italiano un 5,7% y el Cac 40 galo un 5,6%.
Sin embargo, y pese a todo ello, la bolsa española -o Mercado Continuo- tiene actualmente a la mitad de los 120 valores que cotizan ahí marcando un precio inferior a los cinco euros por título. "Es de necios confundir valor y precio" decía el poeta Antonio Machado. "Precio es lo que pagas y valor es lo que recibes" sentenciaba Warren Buffett, el 'oráculo de Omaha'.
Y no les falta razón a ambos, pero lo que es un hecho es que el parqué español carece -al contrario que los países de nuestro entorno- de valores tecnológicos -los hay pero son pocos-; mientras se nutre de compañías que en los últimos años han sufrido de lo lindo como el sector bancario y el constructor/inmobiliario.
"Basta ver el Ibex 35 el peso que tiene la banca de más de una cuarta parte para entender su comportamiento. Es un índice con mucho banco y poca tecnológica y farmacéutica. Así ha sido históricamente aunque los procesos de fusión han venido reduciendo su número, pero todavía mandan y mucho", advierte un veterano gestor de fondos de inversión consultado por este diario.
"Está claro que valer menos de cinco euros no es sinónimo ni de que la empresa en cuestión esté barata o que no funcione bien, pero en España salvo unas pocas cotizadas -como Inditex, Iberdrola, Banco Santander o BBVA- el resto son de mediana capitalización comparadas con las de las principales bolsas europeas y ni te cuento mirando a Wall Street. Aquello es otro mundo", añade.
Pero la cosa no queda ahí porque de las cerca de 60 cotizadas del Mercado Continuo con un precio inferior a los cinco euros, la tercera parte lleva colgada la etiqueta de 'penny stock'. O lo que es lo mismo: cerró la penúltima sesión de febrero por debajo del euro como Nyesa (0,0034 euros), DIA Supermercados (0,0138), Urbas (0,0147), Airtificial (0,0795), Berkeley Energía (0,1501), Ezentis (0,1638), Amper (0,2185), Deoleo (0,2904), Tubos Reunidos (0,3495), Pescanova (0,4195) y Nextil (0,4540).
Mientras que por encima del medio euro lo hicieron Prisa (0,6490), Prosegur Cash (0,6600), Innovative Solutions Ecosystems -la antigua Service Point- (0,6990), Duro Felguera (0,7805), Realia (0,8000), Banco Sabadell (0,8158), Unicaja Banco (0,8965), Vocento (0,9000) y OHLA (0,9200).
Todo lo contrario que Acciona (147,10 euros), Aena (146,30) y Airbus (115,30), que son las únicas compañías del principal mercado de valores español en superar el umbral de los 100 euros por cada acción. Hasta otoño pasado también aparecía Barón de Ley (113), pero su OPA de exclusión la llevó a decir adiós al parqué; mientras que Vidrala (69,90), empresa 'value' donde las haya, abandonó dicha cota a mediados de julio de 2021 y desde entonces se ha venido desinflando. No así Laboratorios Rovi (71,80), cuya integración en el Ibex 35 el pasado 20 de diciembre la está acercando a dicho precio.