LA VILA JOIOSA. . “El pecio Bou Ferrer de la Vila Joiosa: un yacimiento extraordinario”, ha sido el ganador del premio DOCS ALC 2022 del Instituto de Cultura Juan Gil-Albert de la Diputación de Alicante, en la categoría de Mejor Documental de temática relacionada con la provincia de Alicante. El documental ha sido producido por el Ayuntamiento de la Vila Joiosa para Vilamuseu, y ha sido elaborado por un equipo de la Universidad de Alicante y Vilamuseu formado por José Antonio Moya, María Jesús Ortiz y Antonio Espinosa.
En esta 1ª edición han concurrido veinte trabajos entre los que el jurado ha escogido el vídeo que cuenta la historia del descubrimiento y la investigación de la mayor nave antigua en excavación en el Mediterráneo.
El documental desvela, a través de las voces de los descubridores, los científicos o las fuerzas de seguridad, qué se siente al descubrir y comunicar la existencia de un pecio de esta importancia, cómo se ha llegado a fechar el hundimiento con una precisión de solo dos años, o cómo se protege del expolio. También cuenta algunas anécdotas, como el sorprendente hallazgo de la llave de la despensa del barco; y pone en valor la cultura marítima de la Vila Joiosa, desde la industria redera a la pesca o su reputada gastronomía.
El documental, que ya puede verse en Vilamuseu, ofrece espectaculares imágenes submarinas grabadas durante dos décadas por la Universidad de Alicante, desde el descubrimiento a la última campaña científica de 2018, y nos invita a acompañarlo en el último viaje del Bou Ferrer a través de una reconstrucción virtual realizada por Pablo Aparicio, que recrea con detalle y a partir de toda la documentación científica, cómo se cargaron en la bodega los lingotes de plomo del emperador y las ánforas, cómo navegaba y cómo se hundió. José Antonio Moya ha realizado más de mil inmersiones en el pecio para disponer de una documentación exhaustiva en vídeo, fotografía y fotogrametría que forma parte del audiovisual.
El Bou Ferrer es una de las famosas naves Baeticae —las mayores del Imperio romano según Estrabón— que llegaban al puerto de Roma procedentes de Gades (Cádiz). De hecho, es el único de aquellos grandes ingenios que naufragó a una profundidad que hace posible su excavación: 26 metros.
Estos mercantes, en su ruta hacia Roma, navegaban muy lejos de la costa alicantina para evitar que un temporal los estrellara contra nuestros acantilados, pues carecían de remos y se impulsaban solo a vela. Las hipótesis del naufragio apuntan a una vía de agua que las bombas de achique no pudieron contener, o a una avería en la capacidad de maniobra que impidió a la tripulación capear un fuerte temporal.
En estas circunstancias, el capitán habría decidido dirigirse hacia el último puerto de la Península para salvar el cargamento: ese puerto era Allon, hoy la Vila Joiosa; pero no consiguieron llegar hasta la orilla y se hundieron a tan solo un kilómetro de la playa. Para el armador y para el emperador Nerón fue una grave pérdida. Para la Vila Joiosa y para la ciencia es una oportunidad única. El yacimiento, con solo un 10% excavado, ha deparado continuas sorpresas que lo convierten en un yacimiento extraordinario, situándolo en el candelero de la arqueología subacuática internacional. En 2017, la UNESCO lo declaró uno de los siete lugares de su Catálogo Mundial de Mejores Prácticas del Patrimonio Cultural Subacuático.
El proyecto Bou Ferrer está liderado por la Dirección General de Cultura y Patrimonio de la Generalitat Valenciana, y participan el Ayuntamiento de la Vila Joiosa, la Fundación General de la Universidad de Alicante y el Club Náutico de la Vila, dirigido por un equipo en el que participan Carlos de Juan, Franca Cibecchini, José Antonio Moya y Antonio Espinosa.