ELCHE. Reconozco que cuando era pequeño, le tenía manía al Torneo de Brunete. Sentía muchísima envidia de los niños que apuntaban a futbolistas. Ni que decir que yo nunca pasé del equipo del colegio. Un servidor ha crecido y madurado, y ya ve a jugadores profesionales a los que les saca algunos años. Dos de ellos fueron las novedades principales en la alineación del Elche frente al Málaga: Francis y Gonzalo Villar. 19 (20 el domingo) y 20 años marcan sus correspondientes carnets de identidad. Tuvieron una actuación destacada en la victoria franjiverde contra el líder, sobre todo el portero. La victoria de los 'niños'.
Parte de la afición reclamaba un relevo a José Juan. Ya no sólo por sus fallos (o su accidente en Riazor), también porque para un portero tan sereno como él, contra el Córdoba en Copa se le vio nervioso. Mal asunto. Pero aquí también debo apuntar que hay comentarios muy injustos contra él. Si ya no es apto para el fútbol profesional con 39 años, por esa misma regla de tres, ¿tampoco lo son Nino, con un año menos, o no lo era Edu Albacar, que tiene los mismos? Les menciono a dos ídolos de afición que, además, son jugadores de campo. Busquen otros argumentos.
Llegó el momento de Francis en Liga. Ni siquiera se entrenó con el grupo durante la semana por sus compromisos con Nigeria, pero Pacheta le restó importancia. Tuvo dos malas acciones al inicio: un pase al lateral fallido y una salida horrible en una falta lateral. A pesar de ello, la afición, consciente de la importancia del choque para él y para el grupo, redobló su apoyo. Y el africano respondió con dos paradas muy buenas en momentos clave. Demostró lo que ya se intuía: un arquero con muchas cualidades y potencial, pero con aspectos por pulir. A buen seguro que disfrutará de continuidad para mejorar.
Gonzalo Villar se acercó mucho a las notables sensaciones que ofreció en pretemporada. Con el arranque de ‘lo bueno’, bajó sus prestaciones y pasó de titular a descartado. Ya sea porque la competición es otra cosa o porque tanto alago le afectó, como a Sory Kaba la temporada pasada, pero Pacheta le quitó. El proceso de adaptación al fútbol profesional era uno de sus principales motivos. Pero nadie discutía el talento del murciano para llegar lejos. "Pídela, niño", le gritaba el míster en pretemporada, mostrando su alta confianza.
Tras ser de lo poco salvable en Copa, marcando el gol del honor, el técnico burgalés apostó por Gonzalo Villar tres días después. Contra el líder. Y dio la talla con creces, imponiéndose a una medular rival con N'Diaye, posiblemente el mejor 'stopper' de Segunda, y Adrián González, con el que coincidió en el vestuario del Elche cuando todavía era juvenil. El murciano lo tiene todo para convertirse en el ojito derecho de la afición, que le brindó una gran ovación cuando le sustituyeron. Pero con calma.
A buena parte de los lectores de esta opinión que conozcan Los Simpson se les habrá venido a la cabeza la canción "niños, niños, futuro, futuro". Esperemos que en el futuro de esta temporada, tanto Francis y Gonzalo Villar como otros jóvenes como Sory, Borja Martínez o Chuca aporten su granito de arena para que el Elche consiga la salvación.
