ORIHUELA (EFE). La comarca de la Vega Baja deberá abonar dos millones de euros más de lo presupuestado por el transporte y la eliminación de las basuras, tras la regularización del ejercicio 2023 sobre las aportaciones al tratamiento de residuos sólidos urbanos entre el coste estimado y el real.
A día de hoy, la comarca no dispone de una planta de tratamiento para las 200.000 toneladas de basura que genera anualmente. Por ello, el pasado 2023, a la Vega Baja le costó 19,3 millones de euros exportar sus residuos sólidos urbanos a instalaciones autorizadas en Foncalent, Jijona, Elche, Villena o Murcia.
Se trata de dos millones de euros más de lo que había presupuestado el Consorcio de Residuos Vega Baja Sostenible, que había estimado para 2023 un coste de 17,1 millones de euros, según el informe emitido por la propia entidad.
Este sobrecoste lo afrontarán 26 de los 27 municipios de la comarca en función de la cantidad de residuos que generen. Únicamente Dolores tiene un balance positivo al contar con la planta de transferencia y, según su alcalde, Joaquín Hernández (PSOE), "por la buena gestión en materia de reciclaje".
De esta forma, la entidad pública devolverá al Ayuntamiento de Dolores 17.725 euros tras esa regularización del ejercicio de 2023.
"Tiene que quedar bien claro que este es el resultado del aumento del reciclaje en nuestro municipio por la implantación, el año pasado, de la recogida de residuos por el sistema ‘puerta a puerta’ en la zona de diseminados y viviendas de la Huerta", ha dicho Hernández, quien ha recordado que este sistema se ha trasladado también al núcleo urbano.
Hernández ha dicho que, desde la aplicación de este sistema en todo el municipio, "solo hay beneficios".
"Dolores estaba a la cola del reciclaje con un porcentaje inferior al 15 por ciento. Ahora, el Residuo Sólido Urbano ha bajado un tercio. Se está recogiendo el doble de fracción orgánica que el resto de municipios de la comarca. Desde la introducción del ‘puerta a puerta’ en la zona urbana, al aumentar el porcentaje de residuos reciclados, ha bajado también la del resto, de manera que baja tres toneladas diarias, pasando de 8.000 a 5.000 kilos diarios".
Por otro lado, en la zona de diseminados y viviendas de la Huerta de Dolores, "debido a la buena gestión y al nuevo sistema, los residuos se han rebajado en 500 toneladas durante el 2023".
El alcalde ha insistido que "a mayor reciclaje, mayor beneficio y más baja es la tasa", y ha avanzado, en este sentido, que esta subida en el reciclaje dará pie a una bajada en el recibo que se pagará el año que viene.
Frente a la situación de Dolores se encuentran el resto de localidades de la Vega Baja, que deberán abonar al Consorcio la diferencia entre lo que se había previsto y lo que realmente se ha pagado.
Ciudades como Torrevieja y Orihuela, que son las que más basura generan y menos reciclan en origen, deberán aportar algo más de cinco millones de euros, 730.000 más de lo previsto en el caso torrevejense; mientras Orihuela, por su parte, había presupuesto cuatro millones cien mil euros, y finalmente pagará cuatro millones y medio.
Otras localidades como Guardamar o Rojales deberán abonar algo más de 160.000 euros, y Almoradí cerca de 68.000 euros. Pueblos más pequeños como Daya Vieja, Cox o Catral pagarán alrededor de 4.000, 5.000 y 8.000 euros, respectivamente.
Estos datos reflejan la necesidad de construir una planta de tratamiento en la Vega Baja, un proyecto que tiene previsto la concesionaria UTE Vega Baja (Prezero-Ortiz) en la pedanía oriolana de Torremendo, aunque desde el Ayuntamiento Orihuela hayan planteado ubicar esta instalación en otra zona del municipio.
