ALICANTE. El parque logístico del servicio de limpieza y recogida de residuos previsto por contrato en el Distrito de Playas de Alicante vuelve a quedar sobre la mesa de la Conselleria de Cultura. La alianza empresarial que asume la prestación, una UTE compuesta por FCC, Ferrovial, Inusa y Grupo Cívica, ha atendido ya el requerimiento formulado por el departamento autonómico y ha ajustado el proyecto de construcción de esas nuevas instalaciones con el fin de garantizar la integridad de la Torre del Ciprés: uno de los baluartes que conforman el BIC de las Torres de la Huerta que se sitúa junto al acceso al recinto proyectado, en las inmediaciones del llamado Camino del Ciprés.
Las variaciones introducidas se adaptan a las peticiones formuladas por lo que respecta a la protección del estado del monumento. Así, se ha incluido el trazado soterrado de una línea eléctrica necesaria para suministrar energía a las instalaciones con el fin de no interferir en la Torre y se ha adaptado el pavimento en el tramo del acceso al recinto más próximo al edificio, de modo que el nuevo material a emplear reduzca vibraciones por el paso de vehículo y no interfiera en la identificación del bien protegido.
Además, se ha contemplado el desarrollo de la labor de seguimiento arqueológico requerida durante el desarrollo de la construcción del supbarque ante la posibilidad de que pudiese producirse el hallazgo de algún tipo de vestigio que tuviese valor histórico o cultural en el emplazamiento propuesto. Como viene informando este diario, el proyecto planteado por la UTE concesionaria prevé situar ese puesto logístico en una parcela del sector de La Condomina, ubicada a espaldas del Club Atlético Montemar, con dependencias íntegramente en superficie (no soterradas).
Se trata de unas instalaciones en las que poder estacionar los vehículos asociados al servicio (máquinas barrenderas o camiones de recogida) con la intención de evitar su desplazamiento desde el centro operativo de la concesionaria, localizado en el polígono del Pla de la Vallonga. De hecho, la necesidad de su construcción se introdujo en el contrato como fórmula para reducir tiempos y minimizar el desgaste de los equipos técnicos.
A partir de ahora, Cultura deberá evaluar la nueva propuesta para emitir su informe definitivo, lo que permitiría que la Concejalía de Urbanismo le concediese (o en su caso, denegase) la licencia de obra solicitada. Como también viene informando este diario, la UTE concesionaria solicitó el permiso de construcción en el año 2014 sin que haya tenido respuesta definitiva hasta ahora.
Entre tanto, el Ayuntamiento sí ha abonado una suma global próxima a los 800.000 euros para sufragar su construcción de manera anticipada, a través de las certificaciones mensuales por la prestación del servicio. Los pagos prorrateados por la instalación quedaron suspendidos el pasado octubre con la previsión de que la cantidad abonada pueda detraerse en el momento de la liquidación del contrato, en el caso de que para entonces el suparque no haya quedado construido.
En principio, el contrato vence en septiembre de este año. No obstante, todo parece indicar que el Ayuntamiento deberá conceder una prórroga o alcanzar otro tipo de acuerdo que garantice la continuidad del servicio hasta que pueda adjudicarlo de nuevo. Esa adjudicación podría llegar a principios de 2023, según se concretó este viernes durante la presentación del Plan Local de Residuos (PLR) que el equipo de gobierno (PP y Cs) pretende elevar a aprobación del pleno en junio.