ALICANTE. La Universidad de Alicante ha patentado un método para obtener briquetas para combustible a partir de cáscaras de almendra. Investigadores del Departamento de Ingeniería Química de la UA aseguran que pueden obtener este bloque sólido combustible para generar calor utilizados en estufas, chimeneas, hornos y calderas de manera ecológica y con materiales renovables. Así, consiguen diferentes densidades y resistencia mecánica a partir de, o bien cáscara de almendra o bien una mezcla con otros residuos agrícolas sin aditivos.
El método se logra a 180 grados centígrados y con una presión de 640 kilogramos para obtener los bloques cilíndricos con una, según aportan desde la universidad, resistencia mecánica muy buena. Otra forma de obtención es a 70 y 80 grados y con la misma presión de 640 kilogramos para lograr una resistencia mecánica "aceptable". El tamaño de las briquetas obtenidas depende de la máquina que las fabrica. Hay máquinas en el mercado que tienen el mismo proceso que el usado en el laboratorio -prensa hidráulica-. En este tipo de máquinas, se introduce el material fresco en los moldes, donde se somete a una elevada fuerza de compresión durante unos segundos, obteniendo así las mencionadas briquetas.
Las briquetas de cáscara de almendra se obtienen sin añadir otro tipo de sustancias, ya que contienen compuestos naturales que permiten obtener fácilmente una forma sólida. Por tanto, las briquetas de cáscara de almendra se pueden considerar como un material ecológico con las mismas características de un material fresco. Además, es posible obtener briquetas de cáscara de almendra sin conocimiento previo de fabricación. Las briquetas, una vez quemadas, forman carbón caliente del mismo tamaño que la cáscara de la almendra.
Esta tecnología ya ha sido transferida desde la universidad y se podría adaptar a cualquier otro tipo de cáscaras o residuos alimentarios, a disposición de empresas del sector agroalimentario interesadas en obtener briquetas limpias.
La cáscara de almendra, según aseguran desde la UA, es un material usado como combustible para calderas y, en algunas ocasiones, para sistemas de calefacción domésticos y barbacoas. Cuando la cáscara de almendra es empaquetada bajo la forma de briqueta, su transporte, manipulación y venta se acepta con facilidad. La presencia de pequeñas cantidades de plantas aromáticas, tales como romero o brotes de parra, afirman desde la UA, probablemente aumente su aceptación.
Además, la cáscara de almendra es limpia, por tanto, la briqueta final es un producto limpio. La misma tecnología utilizada para las cáscaras de almendra se puede usar para otros residuos agroalimentarios.
El proceso de fabricación de briquetas, que, según los investigadores de la UA "no es fácil". Y es que, las propiedades elásticas de algunos materiales que después de la compresión mecánica, recuperan parcialmente su forma inicial. La cáscara de almendra es un material que no se puede comprimir a temperatura ambiente sin la adición de otras sustancias. No obstante, cambiando las condiciones de humedad de la muestra, temperatura, presión y tiempo, las briquetas obtenidas tienen buenas propiedades mecánicas que se mantienen durante años.
Un invento y patente con gran potencial de uso entre productores de almendras -cooperativas o fabricantes de productos con este fruto, como empresas turroneras, fabricantes de helados o proveedores de ingredientes que incluyen almendras-. El grupo de investigación de Espectrometría Atómica Analítica de la Universidad de Alicante desarrolló un nuevo procedimiento y un dispositivo para detectar almendras amargas basándose en el procesamiento de imágenes digitales.
Se han basado en la fluorescencia que emiten los compuestos presentes de forma natural en las almendras amargas y que se pueden detectar de forma específica iluminando la muestra con luz ultravioleta. Así pueden clasificar de forma automatizada almendras dulces y amargas de forma rápida, simple, objetiva y en tiempo real utilizando un procedimiento óptico que es económico, respetuoso con el medio ambiente y no destructivo. Ahora, buscan empresas interesadas en adquirir esta tecnología para su explotación comercial, o bien con acuerdo de licencia de la patente o con el desarrollo de nuevas aplicaciones para otros frutos secos.