BANYERES DE MARIOLA. La historia de la textil Belda Llorens, en Banyeres de Mariola es larga, con 65 años de trayectoria. Pero si algo tiene en común desde los primeros pasos hasta hoy es que siempre ha trabajado con los hilos más sostenibles, reciclados. Lo que comenzó siendo una empresa familiar hoy es una compañía que suma más de 65.000 metros cuadrados de instalaciones, y que está viviendo una restructuración poniendo a la innovación a la vanguardia de la firma y elevando sus hilos reciclados a su seña de identidad. En estos momentos, la empresa alicantina es líder del sector dentro de la hilatura Open End y sus hilos Ecolife, el producto que están convirtiendo en su filosofía de vida y con el que se acercan directamente a las marcas, dejando atrás la que fue una firma que trabajaba casi únicamente para intermediarios. Para contar claves del pasado, presente y futuro de la empresa, la presidenta de Belda Llorens, Beatriz Mataix, habla con Alicante Plaza y explica su evolución.
La historia de Belda Llorens comienza con la historia de la familia Mataix, que comenzó teniendo un olino de papel, típico en la zona en la época, y que a los pocos años se convirtió al mundo textil con 56 máquinas de hilar convencionales. El negocio fue funcionando y creciendo y en los años 60 compraron la hilatura en Alcoy de Rosa Belda Llorens, y de ahí viene el nombre de la firma, heredado desde entonces. En su compra y traslado a Banyeres de Mariola, pasaron del sistema convencional al Open End. La familia Mataix apostó por ello desde hace décadas. "Fue un acierto, con esa decisión entramos de lleno en el mundo algodonero", explica la presidenta de la textil.
Desde hace décadas, Belda Llorens trabajaba con hilo reciclado, guardando el secreto del éxito, y pudiendo competir en cuota de mercado con hilaturas de muy gran tamaño de Francia o Italia. "No entendían cómo podíamos tener unos hilos tan competitivos, y la clave estaba en ese reciclaje y también en trabajarlos con mucha calidad".
"Desde hace cuatro años -explica Mataix-, aquello que escondíamos, el hecho de trabajar con hilos reciclados, nos dimos cuenta de que se estaba convirtiendo en un valor de primer nivel y decidimos dar un giro a la visión de la empresa y creamos la marca Ecolife para poner en valor esos hilos reciclados".
Poco a poco, tras la decisión de cambiar su modelo empresarial, comenzó un proceso de reestructuración que les llevó a eliminar entre un 30 y un 40% de las referencias de productos que hacían para centrarse en el hilo reciclado. "Teníamos más de 4.000 referencias, una barbaridad", asegura la actual presidenta de la firma de Banyeres de Mariola. "Con personal experto en mezclar algodones con todo tipo de materiales, redujimos un poco el tamaño de la marca, la trabajamos y nombramos. Dimos un paso atrás para conseguir un nuevo rumbo. Ahora Ecolife ya está consolidada, y con ella un cambio interno, comercial a nivel de marketing que nos lleva a estar trabajando con las mejores marcas de Europa". Fue en 2017 cuando comenzaron con ese proceso y cambiaron su modelo de gestión interna que habían heredado de la generación anterior para poner el frente a un nuevo director general y un nuevo enfoque estratégico.
Recientemente, desde Belda Llorens han integrado a la empresa servicios -como parte del doblado- que antes subcontrataban para aumentar su portfolio de productos. Además, ahora están más presentes en las marcas, porque antes se enfocaban al cliente industrial. "En nuestra nueva estrategia de negocio saltamos la cadena y somos consultores para las marcas; les asesoramos y acompañamos en el proceso del que somos expertos, a quienes quieren comenzar ese proceso de sostenibilidad", afirma Mataix. Y es que, asegura, las marcas ven con buen ojo esa ayuda hacia el mundo sostenible y conseguir que tengan su propio plan hacia una mundo más consciente del medio ambiente. Por ejemplo, ya tienen Ecolife en una colección con El Ganso, así como con otras marcas como Tutto Piccolo. Su objetivo es el de abarcar y colaborar con muchas más marcas con esa labor de consultores.
Entre los planes de Belda Llorens también están los de desarrollar nuevos hilados más sostenibles, proviniendo todos de poliester sostenible y algodones. También está en proyecto, después de que hace años redujeran turnos en sus centros de trabajo, implantar un cuarto turno y volver a tener los niveles de crecimiento de hace décadas.
Asimismo, en su proceso a una mayor sostenibilidad quieren lograr la economía circular por completo. Por este motivo, trabajan con colaboradores que les suministran y ayudan a convertir materiales sobrantes en fibra. De este modo, las prendas que sobran pueden volver a ser útiles e investigan para poder crear otras aplicaciones industriales con esas fibras.
Muchos de los clientes industriales de Belda Llorens a trabajan para firmas como Inditex o Mango, y directamente también con Tempe, para algunos modelos de zapatillas. "La gente valora mucho la sostenibilidad de procesos, y estamos en contacto con Desigual también".
Sus hilos van dirigidos en un 60% al sector de la moda y en un 40% al del hogar. Su etiqueta Ecolife también está presente en colchones y fundas, o en toallas a toldos o material para terrazas. El alcance de sus textiles y su marca sostenible cada vez abarca más sectores. Durante el momento más duro de la covid-19, en 2020, también sacaron hilos con propiedades antibacterianas y antivíricas.
El futuro de Belda Llorens, según Beatriz Mataix, pasa por un desarrollo de negocio hacia la economía circular, por ampliar su influencia a diferentes sectores para ahondar en proyectos paralelos al actual. "Nuestra visión de futuro está en diversificar a otros sectores aprovechando lo que conocemos del textil", Y es que llevan hilando toda la vida, y ese ADN quiere continuar multiplicándose en cada nuevo proyecto que emprendan.