ALICANTE. La sicav ilicitana Syriane Capital, resultado de la fusión de las dos antiguas sicavs que controlaba la familia Perán (dueños de la zapatera Pikolinos), sigue registrando retiradas de patrimonio. Desde que comenzó el año 2020, Bankinter Gestión de Activos ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) hasta tres reembolsos de patrimonio superiores al 20% en otros tantos hechos relevantes.
La última de estas comunicaciones se ha producido este lunes, pero en realidad el reembolso al que se refiere se produjo el pasado 10 de enero, lo que significa que fue el primero de los tres. Según el hecho relevante, la retirada fue del 25,22% del patrimonio existente el día inmediatamente anterior. Tras este reembolso, se registró otro el 21 de enero, en ese caso equivalente al 20,5% del patrimonio que le quedaba en ese momento; y el tercero llegó el 29 de enero, con la retirada de un 30,11% del patrimonio del día anterior. Este tercer reembolso fue del que informó ya Alicante Plaza el pasado 14 de febrero.
Tras estos tres movimientos, el patrimonio de la sicav ilicitana se ha visto reducido a una tercera parte del que contaba al comienzo del ejercicio. Así, Syiriane Capital cerró 2019 con una capitalización ligeramente por encima de los 27 millones de euros en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB), donde cotiza. Sin embargo, en febrero la cifra se ha reducido a 8,14 millones de euros. La reducción es proporcional a la que ha experimentado el número de acciones en circulación, que ha pasado de 2,37 millones de títulos a solo 721.000 en el mismo periodo.
Fuentes financieras consultadas por este diario explican que, habitualmente, un movimiento de reembolsos de patrimonio de una envergadura como los que está experimentando Syriane Capital puede apuntar a la voluntad de su accionista o accionistas de referencia de desmantelar el vehículo inversor. En este caso, como ha contado este diario, se trata de una sicav 'abierta' en la que invierten varios empresarios de Elche, por lo que todo apunta a un cambio en su estrategia inversora.
Como ha venido contando este diario, Syriane nació de la fusión de dos sicavs, la ya citada y Fly Robin Capital, que fue absorbida por la primera. Ambas habían sido en su día controladas por la familia Perán como accionistas de referencia, pero la familia fundadora de Pikolinos decidió abandonar su posición dominante en 2017 ante la incertidumbre legislativa: los miembros de la familia cesaron como miembros de los consejos, la antigua FPB Invest se convirtió en Fly Robin y Rosjucar Inversiones se rebautizó como Syriane Capital.