ALICANTE. La salvación de la Confederación de Organizaciones Empresariales de la Provincia de Alicante (Coepa), que ha sobrevivido al concurso de acreedores (siempre que en los próximos seis meses cumpla con el plan aprobado en el juzgado) gracias a la concatenación de vistos buenos de los principales propietarios de sus créditos, con Cierval y el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) a la cabeza, no ha puesto fin al pecado original de la patronal alicantina: la división entre las organizaciones empresariales de la provincia.
Una división que ha quedado de manifiesto una vez más este lunes, apenas 48 horas después de que el IVF aceptase definitivamente quedarse con el edificio del Centro de Oficios, tal como adelantó Alicante Plaza, para cobrar la deuda de 3,1 millones de euros del crédito que concedió para su construcción. Mientras Coepa celebraba una junta directiva en la que se trazaba la "hoja de ruta" para los próximos meses, la sede de Cepyme acogía a su vez la reunión de su junta para valorar la resolución del concurso de acreedores, los planes de Francisco Gómez para Coepa (cambio de nombre incluido) y el futuro que espera a las organizaciones empresariales de Alicante. La conclusión: Cepyme se sigue ofreciendo como la nueva patronal provincial, bien con su estructura actual o bien como base de una de nueva creación, para sortear las "incertidumbres" que, a su juicio, rodean aún a Coepa.
En la junta de la confederación de pymes que preside Cristóbal Navarro se ha puesto de manifiesto el malestar de la organización con el proceder de Gómez, a quien se acusa de convocar reuniones con los críticos (Cepyme y Fempa) "de cara a la galería" cuando ya tenía decidido el cambio de estatutos (forzado por una sentencia judicial que anulaba la última modificación, a instancias precisamente de Fempa) o el plan para "lavar la cara" de Coepa. "No ha contado con nadie, y a día de hoy sigue sin contactar con Cepyme", critican fuentes de la reunión.
Cepyme también llama la atención sobre la quita del 95% que ha logrado aprobar Coepa, algo "inusitado que sienta precedente", pese a lo cual "sigue con hipotecas e incertidumbres". Por ejemplo, cómo va a pagar la deuda que queda viva. "Se puede cambiar las siglas, el color del logo y hasta a alguna persona, pero no queda claro cómo se va a hacer frente a todo eso". Y queda pendiente la denuncia del Servef sobre el presunto desvío de subvenciones, precisamente, en la construcción del Centro de Oficios.
La organización que preside Navarro también lamenta que Coepa "ha malvendido la representación empresarial de la provincia" (que pasa a ser del 10% en la asamblea de Cierval, más lo que pueda ganarse a base de cuotas que Coepa no puede pagar en estos momentos) a cambio de sacar adelante el concurso "para evitar responsabilidades a los antiguos gestores". En este contexto, la junta directiva de Cepyme plantea una vez más que la organización expulsada de Coepa "asuma la representatividad empresarial de la provincia", bien directamente, o bien con la creación de una nueva patronal de la que formen parte "todos los sectores, y también Cepyme".
En cuando a la fórmula hay diversas visiones: Navarro propone utilizar la estructura de Cepyme, el presidente de la federación del metal Fempa, Guillermo Moreno, apuesta por crear una nueva patronal desde cero, y los comerciantes de Facpyme no acaban de definirse. Pero en cualquier caso el efecto práctico sería el mismo: enterrar a Coepa voluntariamente una vez salvada del concurso.
Mientras, desde la actual directiva de Coepa se ven las cosas bien distintas, y con un indisimulado optimismo una vez superado definitivamente el trance con el IVF, cuyo desenlace se apuntaba ya desde que el juez rechazó el recurso del banco del Consell contra el plan de viabilidad de la patronal.
La junta directiva de este lunes ha trazado la "hoja de ruta" para cumplir con el plan de viabilidad y empezar a convertir a Coepa en lo que Francisco Gómez propone, antes de celebrar la asamblea electoral en junio (en realidad, cuando estaba prevista la asamblea ordinaria anual) y abandonar la presidencia, tal como adelantó este diario.
En lo crematístico, el plan pasa por subir las cuotas 5 euros al mes, de forma que cada vocal pase de aportar los 75 euros actuales a 80. Una medida que entrará en vigor cuando se apruebe en la asamblea, pero que forma parte del plan de viabilidad presentado al juez y aprobado. Pero no solo se trata de que los asociados paguen más, sino de que haya más asociados pagando: "Vamos a intentar ampliar la base, que aquellos que en el pasado han salido de Coepa por distintos motivos vuelvan", afirman fuentes de la patronal.
Y en lo filosófico, la idea es "que los asociados ganen protagonismo en los foros de la Ley de Participación Institucional, algo que ya está sucediendo", según fuentes de la patronal. "Queremos generar un canal de comunicación potente", afirman desde Coepa, "crear una red empresarial virtual que difunda la información hacia dentro y hacia el exterior, y agendar encuentros con instituciones y sociedad civil para volver a tomar el pulso diario".
La primera de esas reuniones, según dichas fuentes, se intentará con los sindicatos. No solo para normalizar la relación, sino porque las centrales sindicales tienen mucho que decir en el futuro del Centro de Oficios y la formación que en él debe impartir, precisamente, el Servef.