La RFEF relaja los requisitos para participar en la Primera RFEF, rebajando las opciones de renuncias

ALICANTE. La reunión monográfica sobre la Primera RFEF celebrada este jueves en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas sirvió para reafirmar aún más la convicción de que esta nueva categoría distará mucho de ser semiprofesional en la temporada 2021/22 , tal y como Real Federación Española de Fútbol (RFEF) no solo había anunciado, es que a eso quedó comprometida en los ya tristemente famosos Pactos de Viana. 

Es de esperar que en las campañas venideras la cosa mejore, aunque mucho tendrá que hacerlo porque si lo de la comercialización conjunta de derechos de televisión no es ninguna novedad (en la desaparecida Segunda B ya existía), el volumen de ingresos que se estima que deparará a los clubes que participen de la misma el próximo curso (la RFEF cree que, como mínimo, entre 35 y 36 de los 40 clasificados le cederán sus derechos audiovisuales) se antoja bastante pobre en relación con los gastos que tendrán que afrontar, especialmente de cara a la 2022/23, aunque también antes (por ejemplo en desplazamientos: que se lo digan al Algeciras y al Andorra, que han quedado encuadrados en el mismo grupo). 

Es evidente que el que los ingresos (y gastos) derivados de esta renovación integral (y necesaria) del tercer escalón del fútbol español vayan a ser finalmente los que son, ha llevado a la RFEF a aflojar con algunos de los requisitos que inicialmente anunció que exigiría para participar en esta nueva categoría ya en la 2021/22, como un presupuesto mínimo, la suma a avalar del mismo para asegurar su cumplimiento del mismo o el límite salarial mínimo para los futbolistas con licencia P, entre otros. Ahora bien, el impacto (importe) de este último concepto dependerá de la negociación colectiva, de la patronal (los clubes y la propia RFEF) con los sindicatos: este jueves se habló en Las Rozas de un salario mínimo de 18.000 euros brutos para cada uno de los 18 futbolistas con licencia P, lo que unido al alta en la Seguridad Social lleva a un gasto en plantilla mínimo de unos 400.000 euros. Se trata de una suma asumible por los 40 clubes clasificados (especialmente si se ingresan 200.000 euros por derechos de televisión) y que cierra la puerta a renuncias... Algo en lo que confían no pocos clubes, pero especialmente Córdoba, Numancia, Hércules y Lleida. 

Está por ver que el citado sea finalmente el mínimo salarial porque la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) tiene otra idea bien distinta (30.000-35.000 euros): los futbolistas no tienen la sartén por el mango, especialmente en la situación en la que estamos, con los clubes en atravesando problemas de tesorería (varios de los que están clasificados para jugar en la Primera RFEF tienen denuncias por impagos), pero tampoco la patronal. Este jueves los clubes crearon una comisión de trabajo para preparar su posición de cara a la negociación colectiva con la AFE.