ALICANTE. El proyecto de reurbanización de la avenida Ramón y Cajal trazado por el Ayuntamiento de Alicante para calmar la velocidad del tráfico y dar cabida a la implantación de un carril bici, entre otros puntos, comienza a generar contestación social. Al menos, por lo que respecta a una de las novedades que se pretende introducir sobre el estado actual del Parque de Canalejas, en el que también se incluyen modificaciones parciales. Entre ellas, como informó este diario, se incluye la instalación de un quiosco de uso hostelero a la altura del cruce con la calle Alemania. Y ese es, precisamente, el cambio fundamental que ya ha generado reacciones en contra.
Por lo pronto, fuentes vecinales han incidido que se prevé presentar alegaciones frente al proyecto -ahora en exposición pública hasta el próximo 19 de mayo- con el propósito de solicitar que no llegue a implantarse dicha instalación. Como mínimo, todo parece indicar que presentarán objeciones colectivos como Salvem el Nostre Patrimoni y la Asociación de Vecinos del Centro Tradicional, al considerar que carecería de sentido añadir un nuevo quiosco cuando ya existe uno en el acceso al Parque desde La Explanada.
Según las mismas fuentes, ya se desechó una primera propuesta promovida durante la etapa de gobierno de Luis Díaz Alperi y Sonia Castedo en la que se planteaba la instalación de hasta ocho quioscos en el parque. Así, las mismas fuentes añaden que "el proyecto dice que no existe afección de ningún tipo cuando no es así: el ámbito afectado está protegido por el catálogo de árboles monumentales de interés local, por el catálogo del Plan Especial del Centro tradicional y por el catálogo de protecciones de Alicante, que protege el parque como Bien de Relevancia Local y que incorpora también el arbolado protegido".
Además, añaden que, de acuerdo con el proyecto, "el quiosco y su terraza ocupan unos 90 metros cuadrados del parque junto a un ficus protegido cuyas raíces aéreas estarían condenadas a no enraizar en el terreno porque se plantea enlosar con mármol esos 90 metros".
En esta línea, las mismas fuentes manifiestan sus recelos ante la posibilidad de que la instalación de ese quiosco pueda servir de precedente para la colocación de más quioscos similares. Y por último, en esas previsibles alegaciones se planteará la posibilidad de solicitar que se revierta "la prolongación que se hizo de la calle Portugal sobre el parque para recuperar su continuidad original".