Amaranta BarELCHE. Tras lo peor de la pandemia y después de una época en la que han sido constantes los cierres de la hostelería, algunos ejes clave alrededor de la Corredora empiezan a carburar ocupando grandes locales que hasta ahora estaban vacíos. Estas últimas fechas han tenido lugar varias aperturas, algunas de ellas en sitios neurálgicos como la Plaza de las Flores, donde los propietarios de Malasaña han inaugurado un nuevo establecimiento, Amaranta Bar, que por otra parte no es la única apertura de la plaza, mientras que Hospital vuelve a registrar nuevos establecimientos en fechas recientes.
En ese sentido, este viernes abría sus puertas Amaranta Bar, de los propietarios de Malasaña. Como explica Sergio Jiménez, con respecto al otro local de ocio, clásico ya del tardeo local, "este es un concepto más de cervecería, con once grifos de cerveza de importación y artesanas que iremos rotando por el estilo". El local cuenta por dentro con un panel que explica el tipo de cerveza, amargor y demás. Asimismo, también servirán cócteles, vermut y tapas. "De momento abrimos hasta las 1:30 horas, pero la idea es ir potenciando la tarde". Aunque en la inauguración aún no estaba lista la terraza, prevén poder instalarla la semana que viene con unas 14-16 mesas, así como un aparcamiento para bicis. Por el momento han empezado contratando a siete personas, y aunque reconocen que "no es el mejor momento, había que hacerlo ahora, esa plaza ha estado muy poco explotada y está en pleno centro". Además, confían en que la actuación en el Mercado Central se solucione en los próximos años, lo que puede dar más vida a la zona. "Es una de las mejores plazas, todo peatonal, sin vehículos y donde da el sol".
Interior de Amaranta con mural del grafitero Roice
Estudio de tatuajes y cervecería La Galería de PintónPrecisamente tan solo unos días antes, abría sus puertas en el local anexo, al otro lado, en calle Ànimes, La Galería de Pintón, un proyecto singular dado que combina el ser un estudio profesional de tatuajes con una cervecería/cafetería. Anteriormente, sus locales estaban ocupados por la tienda de moda Magda y otra vermutería, Sifón, respectivamente. Con la apertura de ambos se ocupan dos locales claves que quedaban para que la Plaza de las Flores vuelva a tener prácticamente todos los locales que dan a la misma ocupados. A la espera de que avance la cuestión del Mercado Central, que tardará años, la ubicación está llamada a ser otro punto neurálgico para el tardeo y el ocio.
Por otra parte, la calle Hospital sigue levantando persianas. El más grande, el de KohLanta, cocina del Sudeste asiático con un toque gallego que ha venido a ocupar el local que en antaño pertenecía a la Pastelería Patiño. Que por otra parte tendría opción si lo desea de instalar una terraza en la misma Plaça de Baix. Aunque ha sido la apertura más llamativa, que ha tenido lugar a principios de marzo, justo al otro lado abría también en el último trimestre de 2021 la pastelería Dabel. Y entre ambas, donde estuvo Pa i Dolç, que combinaba el horno y panadería con cafetería, ahora hay un nuevo gastrobar desde hace poco, Trianae. Una pequeña renovación progresiva durante estos meses que incluso ha tenido lugar en locales más pequeños, como Flashback junto a KohLanta, sustituyendo a la heladería.
Sumadas estas aperturas más recientes a otras que ya llevan varios meses, desde finales del año pasado, como Vinos y Más en las Cuatro Esquinas, Hospital va dejando atrás la imagen de calle con persianas cerradas. Ahora, eso sí, combinando los tradicionales comercios de moda con la restauración, que va ganando enteros. Las calles que tendrán que seguir esperando son algunas de las transversales que se meten hacia el Salvador, aunque también hay novedades en la zona. Junto a la iglesia, en el antiguo local de Aires Burger, ahora ha abierto otro establecimiento de restauración, Alifornia Poke Bar, más habitual de otras capitales, con esos boles hawaianos, los poke bowls, para comida sana, aunque también combina su negocio presencial con los pedidos online. En definitiva, una serie de cambios que siguen transformando la fisonomía del centro, que con la llegada próxima de la universidad y algún que otro desembarco administrativo, tendrá otra cara en unos meses con el entorno peatonal, con más vida y más orientado al ocio y la restauración.
